Con motivo de la publicación de su libro “Israel-Palestina, año cero”, publicado por Le Bord de l’eau, David Khalfa, codirector del Observatorio del Norte de África y Oriente Medio de la Fundación Jean-Jaurès, echa la vista atrás El 7 de octubre y sus consecuencias. Escrito en colaboración con investigadores israelíes y palestinos, este trabajo colectivo pretende escapar de una lógica binaria destructiva. “Marianne” fue a su encuentro.
Marianne : tu publicas Israel Palestina, año cero publicado por Bord de l’eau. En este trabajo usted convocó a cuatro israelíes y cuatro palestinos como colaboradores. ¿Cuál es la génesis de este proyecto y por qué lo hiciste de esta manera?
David Khalfa : Escribir este libro fue una forma de catarsis para mí. Este proyecto es ante todo el resultado de un sentimiento más que de una reflexión. Nació de un sentimiento de asfixia y opresión ante la radicalidad del debate público y la polarización ideológica que rápidamente saturó el campo político-intelectual después de las masacres del 7 de octubre.
Muy rápidamente, se afianzó una visión muy maniquea del conflicto y cristalizaron dos bandos, cada uno encerrado en una estrecha burbuja de información. Esta atmósfera me pareció irrespirable. Lo que me llamó la atención fue la extensión, en nuestras latitudes, de la lógica de la guerra que allí prevalecía con una forma de irracionalidad colectiva, que se explica en parte por la omnipresencia de la memoria poscolonial, de la Shoah, pero también por la presencia de la comunidades judías y musulmanas más grandes de Europa.
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