Londres (awp/afp) – Los precios del petróleo cayeron el miércoles, con la supuesta victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses, debido a una fuerte apreciación del dólar.
Hacia las 10:05 GMT (11:05 CET), el precio del barril de Brent del Mar del Norte, para entrega en enero, perdía un 1,10%, hasta 74,70 dólares.
Su equivalente estadounidense, el barril de West Texas Intermediate (WTI), para entrega en diciembre, cayó un 1,07% a 71,22 dólares.
“Las materias primas están cayendo debido a la apreciación de la moneda estadounidense”, explicó Tamas Varga, analista de PVM.
El dólar se disparó el miércoles y registró su mayor ganancia durante la sesión desde marzo de 2020.
La apreciación del dólar contribuye a reducir la demanda de petróleo, porque este último se cambia en dólares en los mercados.
Sin embargo, los analistas de DNB consideran que una victoria de Donald Trump “es un factor positivo para el precio del petróleo en 2025”, debido a su discurso muy favorable a los combustibles fósiles, aunque otros analistas creen que una guerra comercial con China podría empeorar la desaceleración del demanda de petróleo en este país, primer importador de oro negro.
Otro factor que pesa sobre los precios, la API, la federación estadounidense de profesionales del sector petrolero, anunció el martes por la noche un aumento mayor de lo esperado de las reservas comerciales de crudo (alrededor de 3,1 millones de barriles) en Estados Unidos la semana pasada.
El aumento de las reservas estadounidenses está haciendo bajar el precio del oro negro.
Sin embargo, los datos del API se consideran menos fiables que los de la Agencia Estadounidense de Información Energética (EIA), que publicará el miércoles sus propias estadísticas semanales sobre el estado de las existencias de crudo estadounidenses.
Por otra parte, la petrolera nacional de Arabia Saudita, Aramco, anunció el martes una caída del 15% en su beneficio neto del tercer trimestre en comparación con el mismo período del año pasado.
Según Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote, “Arabia Saudita se verá tentada a abandonar su estrategia de reducir la producción y favorecer una mayor cuota de mercado” para aumentar sus ingresos vendiendo más, aunque eso signifique bajar los precios.
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