En Estados Unidos comienza una febril espera para saber si Donald Trump o Kamala Harris serán elegidos, mientras los resultados se han conocido en un puñado de estados, hasta ahora sin sorpresas.
Según las proyecciones de los medios estadounidenses, el expresidente republicano ganará, como se esperaba, Indiana, Kentucky, Virginia Occidental, Florida, Missouri, Oklahoma, Alabama, Tennessee y Carolina del Sur.
La vicepresidenta demócrata, por su parte, elimina a Vermont, Maryland y Massachusetts, así como a la capital, Washington.
Donald Trump acumula así un total de 99 votos electorales, frente a los 27 de Kamala Harris. Se necesitan 270 para ganar las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Nadie sabe si pasarán horas o días hasta que los medios atribuyan la victoria final a Kamala Harris, que sería la primera mujer elegida para este cargo, o a Donald Trump, que nunca ha admitido su derrota en 2020.
El tribuno republicano, condenado por cargos criminales y objeto de múltiples procesos, mencionó el martes “rumores” según los cuales las operaciones electorales en Filadelfia, en el disputado estado de Pensilvania, estaban parasitadas por un “fraude masivo”, acusaciones inmediatamente desmentidas por el autoridades.
– El mundo entero –
El mundo entero espera el resultado del duelo, al final de una campaña sin precedentes marcada por la rotunda entrada en la carrera de Kamala Harris en julio tras la retirada del presidente Joe Biden, y por dos intentos de asesinato contra Donald Trump.
Detrás de estos dos candidatos había dos Estados Unidos aparentemente irreconciliables, cada uno de ellos convencido de que el otro bando llevaría al país al desastre.
Kamala Harris describió a su rival como un dictador “fascista” potencial que está en peligro para los derechos de las mujeres.
Ha multiplicado los mensajes en las radios de carretera para instar a los estadounidenses a votar hasta el último minuto, mientras su equipo de campaña destila información optimista sobre la movilización de los votantes jóvenes, o de los votantes en ciertas áreas cruciales.
“Vamos a ganar”, insistió el lunes.
Donald Trump describió a su oponente como un líder débil y “estúpido”, laxo con la inmigración ilegal y el crimen.
“Vamos a ganar, por lejos”, dijo también en su red Verdad Social.
– “Ansiedad” –
En la históricamente negra Universidad Howard de Washington, miles de personas se reunieron para escuchar al candidato demócrata, que tiene previsto hablar más tarde.
Camille Franklin, muy conmovida, dice que está intentando “contener su ansiedad” pero espera pasar “una muy buena velada”.
Un tono muy diferente es el del centro de convenciones de Palm Beach, en Florida, donde Donald Trump organiza su noche electoral y donde se agolpan sus seguidores con las inevitables gorras rojas.
Rocco Talarico, de 68 años, no tiene ninguna duda: “Donald Trump ganará. Lo necesitamos porque nuestro país ya no tiene fronteras, nuestra criminalidad es mala, nuestro mercado de valores es malo, los precios de la gasolina y de los alimentos son altos”.
En todo el país, la tensión en torno a la votación es visible: en ciertos colegios electorales transformados en fortalezas, en las altas barricadas que rodean la Casa Blanca, en estos escaparates barricados en Washington, donde el recuerdo del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 por Los partidarios de Donald Trump siguen vivos.
– Siete estados en disputa –
Los resultados más esperados son los de los siete estados llamados “pivotales”, en los que las encuestas no lograron decidir hasta el último minuto entre los dos candidatos.
Pensilvania, Georgia, Michigan, Arizona… En esta votación indirecta, quien gane en cada uno de estos estados obtendrá votantes valiosos que probablemente marcarán la diferencia.
En Georgia, uno de los “estados indecisos”, falsas amenazas de bomba atribuidas a operaciones de desestabilización rusas apuntaron a colegios electorales, según las autoridades.
Los estadounidenses también votan para decidir si los demócratas o los republicanos controlarán el Congreso y para elegir a ciertos gobernadores. La cuestión muy polarizadora del aborto es objeto de varios referendos.
Los republicanos ganaron el martes un escaño que anteriormente habían ganado los demócratas en el estado de Virginia Occidental en el Senado de Estados Unidos, lo que se esperaba.
Los demócratas tienen actualmente una mayoría muy estrecha en el Senado (51 escaños frente a 49), y cualquier escaño que ocupen los republicanos pone en peligro sus posibilidades de retenerlo.
bur-aue-cjc/ev