En un esfuerzo por fortalecer la competitividad de la industria láctea marroquí, el gobierno propone, como parte del Proyecto de Ley de Finanzas de 2025, una reducción significativa de los derechos de aduana sobre el almidón de maíz modificado, un ingrediente clave en la producción de yogures y otros productos lácteos.
Mientras el gobierno reduce los aranceles sobre el almidón de maíz modificado para ayudar a la industria láctea, los consumidores se preguntan si la medida realmente resultará en precios más asequibles o si sólo beneficiará a los fabricantes.
Como parte del proyecto de Ley de Finanzas de 2025 (PLF 2025), el gobierno propone una reducción significativa de los derechos de aduana sobre el almidón de maíz modificado, pasando del 30% al 17,5%. Esta medida, que pretende apoyar la producción local de yogur y otros productos lácteos, podría tener importantes repercusiones para los fabricantes y consumidores marroquíes.
Según un experto de la industria alimentaria y láctea, “el almidón de maíz modificado desempeña un papel crucial en la industria alimentaria como agente espesante, estabilizante y aglutinante, aunque también se utiliza en otros sectores industriales. Su versatilidad lo convierte en un ingrediente esencial para muchos productos alimentarios y no alimentarios.
Dependencia parcial de las importaciones
Aunque Marruecos tiene producción local de almidón de maíz modificado, los fabricantes marroquíes todavía dependen en gran medida de las importaciones para satisfacer la creciente demanda. Los principales países exportadores a Marruecos son Estados Unidos, Francia y los Países Bajos, reconocidos por su experiencia en el procesamiento de materias primas agrícolas.
Esta reducción de los derechos de aduana podría fomentar las inversiones en el procesamiento de almidón de maíz en Marruecos, fortaleciendo así la autosuficiencia y reduciendo la dependencia de las importaciones. En Marruecos, los principales sectores industriales afectados por el uso de este insumo son la industria alimentaria y la industria láctea. Además de en los yogures, este almidón se utiliza mucho en la elaboración de salsas, sopas, repostería, helados y productos de repostería. Aunque el almidón de maíz modificado se utiliza ampliamente, los fabricantes marroquíes tienen alternativas potenciales.
Entre ellos se incluyen almidones derivados de otras fuentes como la tapioca, la patata o el trigo, así como almidones orgánicos que satisfacen la creciente demanda de ingredientes naturales y sostenibles. “Las gomas naturales, como la goma xantana o la goma guar, y las proteínas vegetales también pueden considerarse como agentes espesantes o estabilizantes en diversos productos alimentarios”, explica un técnico del sector.
Un objetivo claro: apoyar la producción local de yogur, pero ¿bajarán los precios?
El principal objetivo de esta reducción de los derechos aduaneros al almidón de maíz modificado es apoyar la producción local de yogur y otros productos lácteos. Hay que decir que la industria láctea, en particular la producción de yogur, es un sector clave de la industria agroalimentaria marroquí. Desempeña un papel vital en la seguridad alimentaria del país y contribuye significativamente a la economía nacional.
Sin embargo, esta industria enfrenta desafíos en términos de competitividad, particularmente debido a los altos costos de los insumos. La aplicación de un elevado derecho de importación del 30% a esta materia prima aumenta considerablemente los costes de producción para los fabricantes marroquíes.
Al reducir los derechos de aduana sobre el almidón de maíz modificado al 17,5%, el gobierno pretende aliviar esta carga financiera para los productores de yogur y lácteos. Esto les permitirá beneficiarse de costes de suministro más competitivos, fortaleciendo así su competitividad en el mercado nacional e internacional. Un experto de la industria láctea destaca: “Reducir los aranceles al almidón de maíz modificado es una medida crucial para apoyar a nuestra industria láctea local. Esto nos ayudará a mantener costos de producción competitivos, preservando al mismo tiempo la calidad superior de nuestros yogures y otros productos lácteos.
Además, al promover una producción local más competitiva, esta medida contribuirá a reforzar la independencia alimentaria de Marruecos en el sector lácteo, al reducir la dependencia de las importaciones de productos lácteos.
Por último, al estimular la competitividad de la industria láctea marroquí, esta reducción de los derechos de aduana podría fomentar las inversiones y la creación de empleo en este sector estratégico para la economía nacional. Por tanto, esta medida debería permitir a los fabricantes marroquíes beneficiarse de unos costes de suministro más competitivos, lo que podría traducirse en precios más bajos para los consumidores marroquíes. Sin embargo, el alcance de esta reducción dependerá de la estrategia de precios que adopten los fabricantes.
En otras palabras, si la reducción de los derechos de aduana sobre el almidón de maíz modificado permite realmente a los fabricantes marroquíes beneficiarse de costes de suministro más competitivos, esto no se traducirá automáticamente en precios más bajos para los consumidores. De hecho, varios factores entrarán en juego en la estrategia de precios adoptada por los fabricantes.
En primer lugar, podrían optar por trasladar totalmente los costos más bajos a los precios de venta, a fin de que sus productos sean más asequibles y competitivos en el mercado.
Esta decisión dependerá de la intensidad de la competencia en su sector de actividad y de su deseo de aumentar su cuota de mercado. Recuerde que la intensidad de la competencia en un sector de actividad es un factor determinante en la estrategia de precios que adoptan las empresas.
En un mercado altamente competitivo, con muchos actores que ofrecen productos similares, las empresas estarán más inclinadas a traspasar costos más bajos en sus precios para seguir siendo competitivas y no perder participación de mercado frente a sus competidores.
De hecho, si una empresa decide conservar íntegramente los ahorros obtenidos sin bajar sus precios, sus competidores que hayan optado por una reducción de precios se beneficiarán de una importante ventaja competitiva. Los consumidores, sensibles a los precios, se verán entonces tentados a recurrir a estas ofertas más baratas, lo que provocará una pérdida de cuota de mercado para la empresa que no haya ajustado sus precios.
Por el contrario, en un mercado menos competitivo, con pocos actores o productos altamente diferenciados, las empresas tendrán más libertad para retener parte o la totalidad de los ahorros obtenidos sin temor a perder masivamente participación de mercado en beneficio de la competencia.
Al mismo tiempo, el deseo de aumentar la cuota de mercado es otro factor clave en la decisión de trasladar o no los costes más bajos a los precios. Una empresa que desee ganar cuota de mercado adicional tendrá todo el interés en bajar sus precios para atraer nuevos clientes sensibles a los precios.
Sin embargo, esta estrategia conlleva un riesgo, ya que bajar demasiado los precios podría erosionar los márgenes de beneficio de la empresa, comprometiendo su rentabilidad a largo plazo. Por tanto, es esencial encontrar un equilibrio entre el objetivo de aumentar la cuota de mercado y mantener una rentabilidad suficiente.
En resumen, una competencia feroz y la ambición de ganar cuota de mercado empujarán a las empresas a bajar sus precios, mientras que un mercado menos competitivo y una prioridad dada a la rentabilidad a corto plazo las animarán a mantener los ahorros conseguidos.
Otras opciones para industriales
En segundo lugar, los fabricantes marroquíes podrían optar por trasladar parcialmente los menores costes a los precios, manteniendo al mismo tiempo un mayor margen de beneficio. Una estrategia que les permitiría generar beneficios adicionales, que luego podrían reinvertir en el desarrollo de sus actividades, la innovación o la mejora de su competitividad a largo plazo.
En tercer lugar, podrían decidir no bajar sus precios en absoluto, reteniendo íntegramente los ahorros en los costos de suministro. Un enfoque que apuntaría a maximizar sus beneficios a corto plazo, pero que podría hacerlos menos competitivos frente a los competidores que han optado por repercutir la reducción de costes en sus precios.
Finalmente, es importante señalar que la estrategia de precios que adopten los fabricantes también dependerá de la evolución de otros costes de producción, como los laborales, los energéticos o los de transporte, que podrían neutralizar parcial o totalmente el ahorro obtenido en el suministro de almidón de maíz modificado. .
En última instancia, aunque la reducción de los derechos de aduana ofrece la posibilidad de reducir los precios para los consumidores marroquíes, el alcance de esta reducción dependerá en gran medida de las estrategias comerciales adoptadas por los fabricantes, teniendo en cuenta diversos factores competitivos y económicos.
Un ingrediente versátil con múltiples aplicaciones.
El almidón de maíz modificado es un ingrediente esencial en la industria alimentaria. Gracias a sus propiedades espesantes, aglutinantes y gelificantes, es muy utilizado en la elaboración de productos alimenticios como salsas, sopas, embutidos, postres y productos de panadería. Su función clave es mejorar la textura, viscosidad y estabilidad de estos productos. Este almidón también se utiliza en otros sectores, como la industria química y la papelera, debido a sus propiedades técnicas específicas.
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