En nuestra casa o en nuestro jardín quedan demasiadas bombonas de gas llenas o casi llenas. Representan un riesgo real, ya sea de explosión o para el medio ambiente.
Publicado el 11/05/2024 12:53
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En general, las bombonas de gas se utilizan para cocinar, para utilizar calefacción adicional o para un electrodoméstico de bricolaje. También se encuentran en locales comerciales pero de los aproximadamente 68 millones de bombonas de gas que circulan en nuestro país, sólo el 10% regresa al distribuidor tras su uso. Esto quiere decir que todo lo demás, la gran mayoría, queda almacenado, sin que nadie haga nada con ello. Con los riesgos que esto representa, y a los que la Federación Nacional de Bomberos está dedicando una campaña de sensibilización en colaboración con Antargaz.
Los riesgos involucrados son de dos tipos. El primero es humano. Un cilindro de gas es potencialmente explosivo si se expone al calor. Además, aunque se crea que está vacía, la botella todavía contiene un poco de gas y esto expone a los bomberos a riesgos adicionales cuando intervienen. Por ejemplo, en caso de incendio. Hace apenas diez días, la prensa informó sobre el caso de cuatro bomberos heridos mientras actuaban tras la explosión de bombonas de gas en Loira Atlántico. En estos casos están en primera línea, pero obviamente el peligro también afecta a los residentes.
El segundo riesgo tiene que ver con el medio ambiente. No sólo por las botellas abandonadas en el bosque, que podrían amplificar la devastación de un incendio, sino también porque nuestras botellas no utilizadas tendrían, en realidad, derecho a una segunda vida si las devolviéramos a un punto de venta. Serían sometidos a un vaciado y una inspección para garantizar que cumplen con las normas de seguridad vigentes. Se podrían volver a llenar de gas y finalmente devolverlos al circuito de distribución. Esto evitaría hacer otros nuevos. También puedes devolver las botellas no utilizadas a un punto de venta autorizado.
Y para los que lo necesitéis, algunos consejos para un almacenamiento seguro: si es de butano, podéis guardar la botella en el interior, pero no en el sótano, que suele estar mal ventilado. Si es propano hay que guardarlo en el exterior, bajo un simple resguardo, eso será suficiente.
Sea cual sea la botella, mantenla en posición vertical, en posición vertical, sobre un soporte muy estable, para evitar fugas. No es necesario que lo complete usted mismo. Asegúrese de revisar las mangueras de suministro en busca de grietas o roturas. Fíjate también en la fecha de caducidad que indica: si se ha alcanzado, significa que debes cambiarla.
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