El principal importador de gas de Eslovaquia, SPP (Slovenský Plynárenský Priemysel), negó recientemente un informe del 31 de octubre que sugería que Eslovaquia y Hungría estaban cerca de finalizar un acuerdo para recibir gas de Azerbaiyán a través de Ucrania. Según este informe, el suministro, estimado entre 12.000 y 14.000 millones de metros cúbicos al año, sería gestionado por la empresa estatal azerbaiyana Socar, con la participación de los transportistas SPP y MVM, una empresa energética húngara. Sin embargo, un portavoz del SPP dijo el 1 de noviembre que los informes sobre el supuesto acuerdo eran infundados.
SPP, actor histórico en el apoyo al tránsito de gas a través de Ucrania, precisó que discute periódicamente cuestiones energéticas con sus socios. Sin embargo, se ha calificado de falsa la idea de que estaba a punto de firmarse un contrato de suministro con la participación de la empresa eslovaca. Ni MVM ni Socar, las empresas supuestamente implicadas, se han pronunciado sobre la información.
Contexto y dependencia de Eslovaquia del gas ruso
Eslovaquia sigue dependiendo del gas ruso, importado principalmente a través de Ucrania, aunque ha tomado medidas para diversificar sus fuentes de suministro. De este modo, se han establecido conexiones con países vecinos como Hungría y Polonia, y se han reforzado las capacidades de flujo inverso a través de la República Checa y Austria. La diversificación de estas rutas tiene como objetivo garantizar el suministro, mientras que el acuerdo de tránsito de gas entre Rusia y Ucrania, vigente desde hace cinco años, expirará a finales de 2024. Si no se llega a un nuevo acuerdo, los flujos de gas ruso hacia Eslovaquia podrían ser interrumpido.
Eslovaquia también recibe ingresos como estado de tránsito del gas ruso, transportado a través de Ucrania hasta Austria. Este tránsito de gas sigue siendo crucial para la economía del país.
Declaraciones y negociaciones regionales en curso
En mayo pasado, SPP planteó la viabilidad de crear un consorcio europeo para garantizar el suministro de gas a la frontera ruso-ucraniana. Esta iniciativa ayudaría a asegurar el suministro de gas ruso a través de Ucrania incluso después de 2024. Al mismo tiempo, Azerbaiyán también ha iniciado conversaciones con Rusia y Ucrania para explorar la posibilidad de mantener el tránsito de gas a través del territorio ucraniano.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, dijo en septiembre que seguía siendo optimista sobre el progreso en esas conversaciones. Al mismo tiempo, Naftogaz, la compañía estatal ucraniana de gas, también mantuvo conversaciones con Socar sobre el posible tránsito y almacenamiento de gas azerbaiyano en Ucrania. Según Oleksiy Chernyshov, director general de Naftogaz, son posibles dos escenarios: una interrupción total de los flujos o el establecimiento de un modelo con proveedores alternativos para garantizar la distribución de gas a los clientes europeos.
Requisitos previos y perspectivas
Chernyshov añadió que una condición necesaria para esta cooperación sería el uso de instalaciones de almacenamiento en Ucrania para el gas azerbaiyano. Sin embargo, las tensiones actuales entre Ucrania y Rusia por la cuestión del tránsito complican las perspectivas. De hecho, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, afirmó a principios de octubre que Kiev no prorrogaría el acuerdo de tránsito con Moscú cuando expire.
A pesar de esto, Eslovaquia está trabajando para impulsar nuevos acuerdos que permitan que el gas ruso siga transitando por Ucrania. Según Shmyhal, su gobierno comprende la marcada dependencia de ciertos países, incluida Eslovaquia, de este recurso, pero espera una diversificación gradual de sus suministros. El fin del acuerdo actual y la incertidumbre resultante plantean interrogantes sobre el futuro energético de la región y la capacidad de los diferentes actores para asegurar alternativas viables para sus consumidores.