Cuando era adolescente, Marie-Thérèse Chauveau disfrutaba mucho cuidando niños y se consideraba una cuidadora infantil. La mayor de una familia de seis hijos, no pudo cumplir su sueño y se dedicó al negocio de la confección en su localidad de La Plaine (Maine-et-Loire). Allí permaneció 24 años, hasta que finalmente la empresa cerró.
Es hora de la reconversión. Completó sus horas de formación obligatoria para convertirse en niñera al final de su permiso parental y pasó sus días cuidando niños pequeños en su casa durante 18 años. Aunque acaba de jubilarse, admite que echa un poco de menos la falta de ruido en casa y el contacto con los padres.
Otros tipos de atención
“Cuando una familia me dijo que estaban esperando gemelos y que yo iba a cuidar de ellos, sigue siendo uno de los momentos más destacados de mi carrera. Yo que siempre había soñado con tener uno, mi deseo se cumplió”, dice TT, como lo llaman los niños. Esto nos hace olvidar un poco los lados malos: las horas extrañas porque a veces se levantaba a las 4:30 de la mañana; o saber gestionar cuando los pequeños están enfermos. “Una vez tuve que llamar a una madre media hora después de llegar al trabajo porque su hijo estaba inconsolable: tenía una doble infección de oído. »
En 2006, cuando empezó su actividad, había casi veinte niñeras en Plaine. Hoy sólo quedan diez. “Los métodos de cuidado infantil han evolucionado, en particular las guarderías. Además, no siempre es fácil conciliar la vida profesional y privada cuando se trabaja desde casa. subraya el jubilado.
“¡No hacemos nada! »
“Cuando comencé, una persona del servicio de niñeras ayudaba a hacer contratos con las familias, ella continúa. Esto ya no es así, tienen que valerse por sí mismos y a veces es un poco dolor de cabeza. »
Sin embargo, conserva una buena comprensión y solidaridad entre colegas: “Ante un problema como la enfermedad o el fallecimiento de un ser querido, llamamos para buscar soluciones urgentes de cuidado infantil, según nuestras posibilidades y siempre con el acuerdo de los padres. Nos confían la niña de sus ojos, ¡no hacemos nada! »
Paseos disfrutados
En total, TT mimó a 37 niños, ayudándoles a crecer y evolucionar antes de entrar en el colegio. Apreció mucho las actividades propuestas por el relevo de la primera infancia: manualidades, lectura, pero también paseos por la naturaleza circundante para descubrir los animales, sola o con compañeros para favorecer los intercambios entre todos.
Sus aprobaciones siguen siendo válidas hasta 2026: “Se puede utilizar para ayudar a mis colegas…”