Según las últimas evaluaciones israelíes, 51 rehenes israelíes siguen vivos en la Franja de Gaza, informó el domingo el diario Israel Hayom. Estas cifras contrastan marcadamente con el número total de personas que todavía están retenidas por Hamás, lo que sugiere que una parte significativa de los cautivos puede no haber sobrevivido.
Las autoridades israelíes han confirmado oficialmente la muerte de 37 rehenes, cuyos restos aún se encuentran en manos de Hamás. Sin embargo, los servicios de inteligencia estiman que al menos otros 13 cautivos también podrían haber muerto, aunque sus muertes aún no han sido anunciadas formalmente.
Hace unos dos meses, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu dijo al Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset que la mitad de los rehenes estaban vivos. Esta evaluación se basó en información recopilada a través de diferentes canales desde el 7 de octubre, combinando fuentes abiertas y datos de los servicios de inteligencia.
La discrepancia entre las muertes confirmadas y estimadas se explica por los estrictos requisitos necesarios para declarar oficialmente la muerte de una persona en Israel. Las autoridades médicas y rabínicas exigen pruebas irrefutables, coherentes con las normas científicas y religiosas, antes de poder pronunciar la muerte. Aunque en algunos casos falta esta prueba formal, los servicios israelíes tendrían información suficiente para determinar que varios otros rehenes no sobrevivieron a su cautiverio.
Esta nueva valoración se produce mientras continúan las negociaciones para la liberación de los rehenes, bajo la mediación de Qatar y Egipto, en un contexto de intensificación de las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza.
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