45 años después de la toma de rehenes en la embajada estadounidense en Teherán, miles de iraníes se manifiestan contra Estados Unidos e Israel. Retratos de líderes pisoteados, lemas hostiles… Las tensiones siguen siendo altas a pesar de los años. ¿Qué futuro para las relaciones iraní-estadounidenses?
Este domingo 4 de noviembre, en las calles de Teherán resuenan los gritos de miles de manifestantes que gritan “¡Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel!”. Banderas en llamas, retratos de líderes estadounidenses e israelíes pisoteados… 45 años después de la toma de rehenes en la embajada estadounidense, el resentimiento sigue intacto. Este acontecimiento fundacional de la República Islámica de Irán sigue cristalizando tensiones con la “arrogancia global” encarnada por Estados Unidos según Teherán.
El espectro de la crisis de los rehenes aún acecha
El 4 de noviembre de 1979, menos de nueve meses después del derrocamiento del último Sha de Irán, estudiantes partidarios de la Revolución Islámica irrumpieron en la embajada estadounidense, descrita como un “nido de espías”. Varias decenas de diplomáticos fueron retenidos como rehenes durante 444 días, mientras los manifestantes exigían la extradición del soberano depuesto que se había refugiado en Estados Unidos. Más de cuatro décadas después, la antigua representación diplomática, transformada en museo, sigue siendo un símbolo blandido con orgullo por el régimen.
La retórica antiestadounidense y antiisraelí sigue siendo virulenta
Entre la multitud de manifestantes podemos ver a muchos escolares y estudiantes, galvanizados por las canciones revolucionarias. “No hay diferencia entre Biden y Trump, entre el burro y el elefante, ambos siguen la misma política”, afirma Sabre Danaï, un joven trabajador, en referencia a los logos de los partidos demócrata y republicano. Las tensiones actuales en Oriente Medio, con la guerra en Gaza entre Israel y Hamás palestino o los enfrentamientos en el vecino Líbano que involucran a Hezbollah, dos movimientos apoyados por Teherán, están alimentando la ira de los participantes.
La América criminal es la causa de todas estas guerras y de todo este odio.
M. Hassani, manifiesto
Irán no reconoce al Estado de Israel, considerado un “usurpador” en Palestina y un puesto de avanzada estadounidense en Medio Oriente desde el establecimiento de la República Islámica en 1979. Por tanto, el apoyo a la causa palestina es un pilar de la política exterior iraní.
Elecciones presidenciales estadounidenses: pocas ilusiones por parte iraní
Dos días antes de unas elecciones presidenciales estadounidenses muy seguidas en Irán, los manifestantes se hacen pocas ilusiones. “Las relaciones entre Irán y Estados Unidos no pueden volver a la normalidad”, asegura Mohammadi, ama de casa. A pesar de la firma de un acuerdo nuclear iraní en 2015, que prevé un levantamiento gradual de las sanciones a cambio de una limitación del programa nuclear, las relaciones siguen siendo tensas. La retirada unilateral de Estados Unidos de este acuerdo en 2018 bajo la presidencia de Donald Trump y el restablecimiento de fuertes sanciones apagaron las esperanzas de normalización.
Mientras los candidatos Kamala Harris y Donald Trump lanzan sus últimas fuerzas a la batalla electoral, del lado iraní parecemos resignados. “No importa quién sea el próximo presidente estadounidense […] Nunca nos gustó ninguno y eso no cambiará ahora”, dice un manifestante. Por lo tanto, el futuro de las relaciones iraní-estadounidenses promete ser más complicado que nunca, independientemente de quien ocupe la Casa Blanca durante los próximos cuatro años. La desconfianza persiste en ambas partes, en un contexto de tensiones regionales intensificadas y recuerdos dolorosos que no se desvanecerán.