AAcompañados del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los soberanos deberán dirigirse luego a Chiva, otra ciudad cercana a Valencia muy afectada por esta tragedia, que ya ha dejado al menos 214 muertos.
Cinco días después del severo mal tiempo, el peor desastre natural en la historia del país según el gobierno, continúan las búsquedas para encontrar a los desaparecidos, limpiar las carreteras y restaurar las infraestructuras destruidas por los torrentes de barro.
También se ha emitido una alerta roja para la provincia de Almería, en Andalucía (sur), debido a “lluvias torrenciales” que podrían provocar “inundaciones”, según la Aemet, que recomienda a los residentes viajar sólo “en caso de “estricta necesidad”. .
Lea también
Inundaciones en España: “Rompió una ola, como un tsunami”
214 muertos, muchos desaparecidos
Según el último informe publicado por las autoridades el sábado por la noche, 214 personas murieron a causa de las inundaciones. La gran mayoría de ellos (210) murieron en la región de Valencia, habiéndose registrado otras dos víctimas en Castilla-la-Mancha y una tercera en Andalucía.
Las autoridades esperan que el número de víctimas aumente a medida que se examinan metódicamente los restos de automóviles acumulados en túneles y estacionamientos subterráneos en las zonas más afectadas. Por el momento se desconoce el número exacto de personas desaparecidas.
Sobre el terreno, la población sigue afrontando una situación complicada debido a los daños causados por el mal tiempo a las infraestructuras de transporte y telecomunicaciones. En muchas comunidades, quedan en las carreteras montones de automóviles cubiertos de lodo y escombros.
“Llevamos tres días limpiando. Todo está cubierto de barro”, dijo a la AFP Helena Danna Daniella, propietaria de un bar-restaurante en Chiva, un pueblo de 17.000 habitantes al oeste de Valencia, uno de los más afectados por las inundaciones.
“Parece el fin del mundo”, añade esta treintañera, que dice estar todavía en shock cinco días después del mal tiempo. Las personas atrapadas en las olas furiosas “estaba pidiendo ayuda y no había nada que pudiéramos hacer (…) Te vuelve loco. Buscamos respuestas y no las encontramos”.
Lea también
En Utiel, España, azotada por las olas, desfigurada por el barro: “¡Ni siquiera los antiguos vivieron esto, nunca! »
Nuevos arrestos
Ante esta situación caótica, Sánchez anunció el sábado el envío de 5.000 soldados adicionales a la región, elevando su dotación total a 7.500, el “mayor despliegue de fuerzas armadas jamás realizado en España en tiempos de paz”, según él.
A estos militares se sumarán 5.000 policías y guardias civiles encargados de apoyar a sus 5.000 compañeros que ya se encuentran sobre el terreno. También se espera en el puerto de Valencia un buque anfibio de la Armada Española con quirófanos incluidos.
Según la policía, el sábado por la noche se produjeron también una veintena de nuevas detenciones por actos de robo y saqueo. Delitos denunciados por las autoridades, que prometieron restablecer el orden.
“Hay personas que pueden haberse sentido solas, indefensas, desprotegidas”, admitió Mazón el sábado por la noche. Pero “quiero mandar un mensaje claro, vamos a ayudar a todos los hogares”, añadió, destacando el “espíritu solidario” de los vecinos.
El viernes y el sábado, miles de ellos se dirigieron a pie a las comunidades más afectadas con palas y escobas para ayudar a los afectados. Estos movimientos han obstaculizado en algunos lugares los servicios de emergencia al bloquear las carreteras.
Esta situación ha llevado a las autoridades a limitar el acceso a determinadas localidades. El Gobierno valenciano limitó así a 2.000 el número de voluntarios autorizados a desplazarse a las afueras del sur de la ciudad el domingo y restringió el acceso a 12 localidades.
Lea también
Clima: los riesgos empeoran, Europa tiene el desafío de adaptarse (infografía)
“No queda nada”
En las afueras de Valencia, las operaciones de búsqueda y limpieza continuaron el sábado, en un ambiente denso.
“Ya no queda nada”, dijo a la AFP Mario Silvestre, un vecino de Chiva que se mostró “resignado” a ver los daños.
En su comuna, donde viven unos 17.000 habitantes, no hay soldados, pero sí numerosos guardias civiles encargados de patrullar las calles donde muchas casas están destruidas. “Los políticos prometen mucho pero la ayuda sólo llega cuando llega”, respira este octogenario.
El sábado por la tarde, en una rueda de prensa, el presidente conservador de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, anunció una batería de ayudas económicas y prometió el restablecimiento del orden, mientras se denunciaban saqueos en varios comercios que provocaron la detención de 82 personas.
“Hay personas que pueden haberse sentido solas, indefensas, desprotegidas y lo entiendo”, admitió el electo. Pero “quiero mandar un mensaje claro, vamos a ayudar a todos los hogares” que lo necesitan, continuó: “Estamos ante el desafío de nuestras vidas y vamos a encontrar las soluciones”. »
La Generalitat Valenciana, y en particular Carlos Mazón, son objeto de críticas por haber enviado un mensaje de alerta telefónica a los vecinos a última hora del martes, mientras que los servicios meteorológicos habían puesto la región en “alerta roja” por la mañana.