En Valencia, miles de voluntarios han seguido acudiendo desde el miércoles para encontrar a los desaparecidos tras las mortales inundaciones. Una ayuda más que bienvenida, ya que las autoridades valencianas parecen abrumadas por la magnitud del desastre que mató al menos a 211 personas. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reconoció este sábado que la respuesta “no fue suficiente” y anunció el envío de 5.000 militares y 5.000 policías adicionales, además de los 2.000 militares ya desplegados.
Pero esta situación no parece calmar la ira de muchas personas que viven en las zonas del desastre, que sienten que no han recibido el apoyo suficiente de las autoridades locales. La agencia regional y su presidente, el conservador Carlos Mazón, también son acusados de no haber actuado con la suficiente rapidez.
Efectivamente, el martes pasaron más de 13 horas, entre el momento en que los servicios meteorológicos emitieron la alerta roja y el momento en que los valencianos recibieron un mensaje ordenándoles que se quedaran en casa, cuando el agua ya había subido en sus calles. El presidente regional también publicó un tuit durante la jornada afirmando que la tormenta “debería amainar alrededor de las 18 horas”. Antes de borrarlo, la secuela demuestra que estaba trágicamente equivocado.