Actualmente el PMA no tiene reservas de alimentos en Sudán del Sur para prepararse para la respuesta humanitaria del próximo año y necesita 404 millones de dólares para concentrar la ayuda al comienzo del período. Si no lo hace, el PMA tendrá que recurrir a costosos lanzamientos aéreos más adelante este año para llegar a comunidades aisladas que enfrentan los niveles más severos de hambre y dependen de la ayuda alimentaria humanitaria.
“Se necesitan meses para que los fondos prometidos por los donantes se conviertan en alimentos para las personas hambrientas en Sudán del Sur. Las limitadas redes de carreteras del país son intransitables durante gran parte del año, especialmente en el este y el centro del país, donde la inseguridad alimentaria es mayor”, afirmó Shaun Hughes, representante interino del PMA para Sudán del Sur.
Casi 80.000 personas amenazadas por el hambre
El llamamiento a los donantes se produce un día después de la publicación del informe del PMA y la FAO sobre los puntos críticos del hambre, que indica que la situación en Sudán del Sur es extremadamente preocupante y donde la acción humanitaria es esencial para evitar el hambre y la muerte. El documento muestra que se espera que el número de personas que se enfrentan al hambre y la muerte casi se duplique entre abril y julio de 2024 en comparación con el mismo período de 2023.
Inseguridad alimentaria aguda en Sudán del Sur, donde el 56% de la población ya se enfrenta a niveles de crisis (IPC3) o peores de hambre. Entre abril y julio de 2024, las proyecciones indicaron que 2,3 millones de personas se enfrentan a una situación de emergencia (fase 4 de la CIF) y 79.000 personas se enfrentan a una situación de desastre (fase 5 de la CIF), especialmente en los condados de Pibor y Aweil East y entre los repatriados de Sudán.
Se espera que la crítica situación de seguridad alimentaria empeore a medida que se acerque la temporada de escasez de alimentos de 2025, que normalmente comienza en mayo. La temporada de escasez en Sudán del Sur va de mayo a agosto y es el período previo a la cosecha, cuando las comunidades tienen menos para comer y el hambre aumenta.
El PMA se ve obligado a reducir el número de personas ayudadas y las raciones
Además, se espera que la llegada de repatriados, refugiados y solicitantes de asilo desde Sudán a los estados vecinos se intensifique con el final de la temporada de lluvias y la escalada del conflicto en Sudán, lo que aumentará aún más la presión sobre las comunidades de acogida.
Como para agravar una situación ya preocupante, las inundaciones provocan desplazamientos y daños. Los altos precios de los alimentos, las graves dificultades económicas, los conflictos y la inseguridad también son factores clave de la inseguridad alimentaria aguda.
Pero en un contexto de inestabilidad global que está aumentando las necesidades humanitarias, el PMA se ha visto obligado a reducir el número de personas a las que llega en Sudán del Sur y la cantidad de ayuda que recibe cada persona.
Sólo 2,7 millones de los 7,1 millones de personas hambrientas (38%) recibieron asistencia hasta la temporada de escasez de 2024, y la mayoría de ellos recibió la mitad de sus raciones. Reducir los costos operacionales es esencial para que el PMA pueda llegar al mayor número posible de personas vulnerables.
Lanzamientos aéreos costosos
Según el PMA, los fondos recibidos antes de fin de año permitirán transportar alimentos por carretera a zonas remotas afectadas por el hambre durante el breve período de la estación seca, de diciembre a abril.
Este año, el PMA tuvo que duplicar la cantidad de alimentos entregados por vía aérea para satisfacer las necesidades alimentarias durante la temporada de escasez, añadiendo 30 millones de dólares a los costos operativos generales, porque los alimentos no llegaban a tiempo al país. En comparación, el PMA pudo reducir los lanzamientos aéreos en un 70 % en 2019 cuando se optimizó el posicionamiento previo gracias a las generosas contribuciones de los donantes y la llegada oportuna de los alimentos.
Tenga en cuenta que en este país de África Oriental, los envíos aéreos pueden ser hasta 17 veces más caros que el transporte por carretera y permiten entregar muchas menos mercancías en el mismo plazo.
