La tormenta, acompañada de rachas que alcanzaron los 184 kilómetros por hora y lluvias torrenciales, tocó tierra el jueves a primera hora de la tarde en el sureste del territorio, y arrasó toda la isla, arrancando árboles, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra.
Un motociclista de 48 años murió el jueves al caer un poste de electricidad en Taipei, y una mujer de 56 años murió después de que un árbol cayera sobre su vehículo en el condado central de Nantou, dijo la agencia nacional de bomberos, mientras más de 500 otras personas resultaron heridas.
Se están realizando búsquedas para encontrar a cuatro personas que fueron a cazar a las montañas del centro de Taiwán el miércoles y de las que no se ha sabido nada.
Dos excursionistas checos varados en el parque Taroko del condado de Hualien durante el tifón fueron rescatados el viernes.
Mientras cruzaba el estrecho de Taiwán hacia China el viernes, Kong-rey se debilitó hasta convertirse en una tormenta tropical severa, según la Administración Meteorológica Central.
En todo Taiwán, se han reanudado el trabajo y las clases, y se han reabierto tiendas y restaurantes.
Sin embargo, cerca de 100.000 hogares siguen sin electricidad y 191 vuelos nacionales e internacionales han sido cancelados.
Decenas de conexiones de ferry y ferrocarril siguen suspendidas.
“El tifón era muy fuerte”, relata Pan Li-chu, entrevistado por la AFP frente a su restaurante en Taipei, donde el toldo se doblaba con la fuerza del viento.
– Observar los daños –
Lluvias torrenciales azotaron la ciudad de Toucheng, en la región de Yilan, arrojando barro y escombros a las calles.
Las inundaciones alcanzaron el jardín de Wu Hsuan-Kai, de 55 años, que estaba mirando la televisión el jueves cuando escuchó un extraño “ruido sordo”.
“Cuando abrí la puerta vi que se acercaba lentamente un alud de tierra, cogí las llaves del coche y salí corriendo”, dijo a la AFP.
En la región de Taitung (sureste), donde el tifón azotó por primera vez, los daños se refieren “principalmente a árboles que cayeron y se estrellaron contra los postes de electricidad y provocaron cortes de energía”, explicó un responsable de los bomberos, que se limitó a dar su apellido, Huang.
En toda la isla, los trabajadores de mantenimiento se levantaron al amanecer para recoger árboles, ramas y otros escombros de las carreteras.
“Empezamos a limpiar a las cinco de la mañana y sólo limpiamos un tramo de la carretera. Nos llevó unas dos horas y media”, dijo a la AFP Lee Chia-hsin, miembro del equipo de limpieza de la ciudad de Nuevo Taipéi.
Taiwán está acostumbrado a las tormentas tropicales, frecuentes de julio a octubre, pero es “inusual que un tifón tan poderoso azote la isla a estas alturas del año”, señala el meteorólogo Chang Chun-yao.
El cambio climático está aumentando su intensidad, con fuertes aguaceros, inundaciones repentinas y ráfagas de viento muy fuertes, afirman los científicos.
Kong-rey es el tercer tifón que azota Taiwán desde julio.
Este verano, el tifón Gaemi mató a diez personas e hirió a cientos, provocando inundaciones generalizadas en la ciudad sureña de Kaohsiung.