El viernes quedaban muchas preguntas sobre las circunstancias en las que dos agentes de policía fueron gravemente heridos de bala en las instalaciones de la comisaría del distrito 13 de París por un hombre detenido que agarró un arma reglamentaria.
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Uno de los dos agentes, baleado en el abdomen, se encontraba “todavía entre la vida y la muerte” el viernes por la mañana, informó el prefecto de policía de París, Laurent Núñez, confirmado por la fiscalía parisina. Su colega resultó gravemente herido en la espalda, según una fuente policial.
Este suceso, extremadamente raro en una comisaría, despertó gran emoción en las filas policiales.
Laurent Núñez explicó el viernes en France Info que agentes de policía del distrito 13 intervinieron el jueves hacia las 22.00 horas por “un ataque extremadamente violento con un cúter contra una mujer que resultó gravemente herida”. “Evidentemente el hombre estaba muy emocionado”, añadió.
Los policías uniformados, pertenecientes al Grupo de Apoyo Vecinal (GSQ), llevaron al hombre a la comisaría y lo obligaron a soplar en un alcoholímetro en la sala de registro. Fue en ese momento que agarró el arma de un funcionario, prosiguió el prefecto.
Atacante “desconocido”
El hombre, de “tipo asiático”, según una fuente policial, abrió fuego e hirió gravemente a dos agentes de policía, antes de ser neutralizado por el fuego de respuesta de un agente. Golpeado en el pecho, fue hospitalizado en estado grave.
Laurent Nuñez no dio detalles sobre el perfil del autor de los disparos. “No sabemos si conocía a la mujer” a la que atacó, dijo, añadiendo que la policía llamada al lugar tuvo que “derribar la puerta” del apartamento.
La mujer herida con un cúter tiene 73 años, los dos policías 33 y el acusado 32, indicó a mediodía la fiscalía de París, consultada por la AFP.
Precisó que el atacante era “desconocido para la policía y el sistema de justicia”. “Ninguno de ellos (víctimas y agresor) pudo ser escuchado”, añadió la fiscalía.
El sospechoso se enfrenta a cadena perpetua.
Descartada pista terrorista
Ni el prefecto ni la fiscalía dieron detalles sobre cómo el hombre logró apoderarse del arma reglamentaria de uno de los funcionarios antes de volverla contra ellos.
Los agentes de policía de GSQ están equipados con una pistola semiautomática Sig.Sauer de 9 mm. El arma, cargada, la portan los agentes en “un estuche de doble seguridad”, explicó a la AFP un alto responsable policial.
En el estado actual de los primeros elementos de la investigación, la pista terrorista ha quedado completamente descartada, según informó una fuente policial.
La fiscalía abrió tres investigaciones. Dos de ellos fueron confiados al 3er distrito de policía judicial (PDJ) de París, uno por “intento de asesinato de una mujer” y el otro por “intento de asesinato de personas que detentan poderes públicos”.
La tercera investigación fue encomendada a la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN, la “policía de policía”) por “violencia intencionada con arma por parte de persona que ostenta autoridad pública”, como siempre ocurre cuando un policía utiliza su arma. .
