El color del coche “es cíclico, pero no tanto”

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Cada año, la industria del diseño lucha por determinar cuáles serán las tendencias de color del futuro. La industria del automóvil no es una excepción, en la que ciertos matices se han consolidado en el imaginario colectivo.

La historia del automóvil está llena de colores característicos, desde el amarillo del Renault 5 hasta el rojo Ferrari, pasando por el azul alpino o decoraciones de carreras legendarias como la del Gulf en el Ford GT40 que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1969. Pero hoy , los tonos predominantes en el mercado son el gris (29%), el blanco (27%) y el negro (27%), según un análisis de los listados de Carvertical.

El rojo, uno de los colores perennes de los vehículos, obtuvo una cuota del 11%. Uno de los aspectos interesantes de este estudio es ver la evolución de las tendencias: hace siete años, el blanco representaba el 67% de las compras y el negro apenas el 9%.

Para el diseñador Couleurs et Matières DS, Noemi Cortizas, el hecho de que exista un predominio monocromático no es necesariamente algo negativo. “Hay muchos tonos de blanco y con los volúmenes se pueden hacer cosas muy interesantes”.

Para el diseñador, que trabaja en Stellantis desde hace un año, “las tendencias son cíclicas, pero no tanto”. Si bien es cierto que hace 10 años era más común ver colores con acabado mate, estos han dado paso a pinturas metalizadas que brillan al sol. Hay marcas, como Fiat, que hacen del color su identidad, llegando incluso a afirmar que “nunca fabricarán un coche gris”.

“Aún hoy los colores vivos no son los mismos que hace 15 años”, afirma Cortizas. “En DS intentamos cada año introducir algo innovador, ya sean colores o materiales que no se habían utilizado antes o, si se habían utilizado antes, innovamos en la forma de trabajar”.

Esta tendencia es replicada por prácticamente todos los fabricantes, que crean un color introductorio para cada modelo, y algunos solo ofrecen ciertos tonos por un tiempo limitado, como una actualización o el primer año.

Según el equipo de Color e Interiorismo de Seat, el uso tan extendido del blanco tiene una explicación clara: “las marcas tecnológicas asocian este color a sus productos más innovadores. “Hace años era un acabado sólido y sin efecto asociado a los frigoríficos, pero ahora lo encuentras en el mercado con efectos metalizados y pigmentos que le dan al coche esa imagen de tecnología y precisión”.

Para Cupra, “los colores exteriores siempre se combinan con el cobre, y creamos tonos desaturados con efectos metálicos, profundidad, efecto líquido, tanto en acabado brillante como mate. Somos una marca sin legado, por lo que podemos darnos el lujo de probar y cambiar con más agilidad que otras marcas. “El tiempo dirá si acabamos generando un código de color como tono identificativo de la marca”.

En DS, las texturas también desempeñan un papel importante, en particular el uso que les dan las casas de alta costura francesas. Un claro ejemplo fue la presentación del sedán DS9 en la Semana de la Moda de París, que contenía partículas de brillo dorado y partículas de perlas para presentar un efecto iridiscente.

Estos acabados brillantes son fáciles de encontrar en modelos actuales, como el Lexus RX -que opta por un color cobre- o el Alfa Romeo -que adaptó uno de sus históricos azules a 2024 con el nuevo Junior-. Una tendencia que vuelve a aparecer en los coches de alta gama son las combinaciones de dos tonos, que se remontan en parte a los modelos clásicos de los años 20 y en parte para camuflar las grandes dimensiones de los vehículos. Algunos ejemplos son el SUV Mercedes-Benz Maybach o el BMW Serie 7.

Otras marcas, sin embargo, han apostado por el humor a la hora de pintar nombres. Sabiendo que marcas como Porsche se toman muy en serio con tonalidades como “verde Underberg”, “azul vudú” o “amarillo bahama”, Volkswagen ha optado, para su T-Cross, por nombres como “amarillo aullante”, “azul azulado”. » o “beige”.

Proceso de diseño

El lenguaje visual –y por tanto el color– es una de las primeras decisiones que se toman a la hora de diseñar un coche. Lo primero que elaboran los diseñadores es un pronóstico de tendencias –’trends Forecast’ en inglés-, que se basa en los hábitos de consumo y lo que se observa en las redes sociales, para determinar la temática de la colección.

“Una vez determinados”, explica Cortizas, “presentamos los universos temáticos a los departamentos pertinentes: Marketing, Producto, Comercial… y se toma una decisión final”.

La realidad virtual marcó un hito para los diseñadores de automóviles. Gracias a un programa adaptado al desarrollo de videojuegos, los 150 empleados de Porsche en el centro de Weissach utilizan este sistema para calibrar tanto los flujos de aire o fluidos sobre las superficies como su aspecto exterior. De hecho, el equipo de Color e Interiores se encarga de digitalizar, mediante un escáner, las propiedades visuales de todos los materiales y almacenarlas en una base de datos específica, ya sea vidrio, aluminio o terciopelo. Luego, los resultados se proyectan en una pantalla de 16,5 metros.

Aunque tienen que pasar por la aprobación de varios departamentos, Noemí Cortizas cree que “nuestro trabajo no tiene límites” y que todavía hay espacio para la creatividad.

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