A veces la resolución de la imagen no es lo más importante. Así, la agencia espacial estadounidense intentará desentrañar el misterio de los rayos X, ¡utilizando una cámara de sólo 36 píxeles!
Aunque la NASA está acostumbrada a proporcionarnos imágenes impresionantes y de alta resolución, una parte más desconocida de la ciencia astronómica de la agencia espacial se realiza con equipos que, a primera vista, pueden parecer muy limitados, ¡pero que no son necesariamente rudimentarios!
XRISM (pronunciado “Crism”) es la nueva herramienta de la NASA (en colaboración con su homóloga japonesa, JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón)) para saber más sobre los objetos que emiten rayos X, lo que podría proporcionar información sobre temas tan diversos como el origen de galaxias, o la naturaleza de los agujeros negros.
En realidad, el XRISM debe diseñarse ante todo como una especie de supertermómetro, y no como una cámara rudimentaria. De hecho, cada uno de sus píxeles está diseñado para detectar la más mínima cantidad de calor emitido por los rayos X que circulan en el espacio, como explica TechCrunch. Por lo tanto, estos píxeles no son sólo píxeles, sino que en realidad son capaces de “descomponer” la onda y ofrecen una apertura a un espectro de datos que oscila entre 400 y 12.000 electronvoltios.
En órbita, XRISM podrá así observar los movimientos de los gases en estructuras celestes particularmente masivas, como cúmulos galácticos o residuos de supernovas.
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