El beneficio neto de OMV en el primer trimestre alcanzó unos 468 millones de euros, frente a los 390 millones de euros del año anterior, debido principalmente a reducciones de gastos. Sin embargo, el beneficio operativo ajustado, excluyendo los efectos extraordinarios y de inventario, cayó un 29% a casi 1.500 millones de euros.
Impacto de la caída de los precios del gas
Según el director general Alfred Stern, los precios del gas han alcanzado su nivel más bajo desde el inicio del conflicto en Ucrania. La caída se suma a la débil demanda de los consumidores europeos, en parte debido a un invierno inusualmente suave que también provocó un exceso de existencias.
Sector químico y mercado de fertilizantes
La división química de OMV experimentó una mejora, descrita como probablemente temporal. Esta mejora está respaldada por un aumento de la demanda de productos de Borealis, una importante filial en la producción de fertilizantes, perturbada por dificultades en las importaciones procedentes de Asia y Oriente Medio, agravadas por los ataques de los rebeldes hutíes en el Mar Rojo.
Retos logísticos y reducción de nómina
El grupo también se vio afectado por una sequía que afectó al Canal de Panamá, ralentizando el tránsito de barcos entre Asia y Estados Unidos. OMV ha reducido significativamente su plantilla, de 37.700 empleados en 2010 a unos 20.600 en 2024.
Diversificación y desinversión
Criticada por sus estrechos vínculos con Gazprom hasta 2040, OMV busca diversificar sus actividades. Recientemente, vendió su participación en el operador de gas malasio SapuraOMV a TotalEnergies por 903 millones de dólares, lo que marca un paso importante en su estrategia de diversificación.
Aunque enfrenta importantes desafíos relacionados con los precios y la demanda del gas, OMV demuestra una capacidad resiliente para adaptarse y continuar creciendo, mientras navega por un complejo panorama energético global.