Fueron sus vecinos del decimoquinto y último piso de la torre del número 2 de la calle André-Messager, en el corazón del barrio Kérédern de Brest, quienes pidieron ayuda poco antes de las 11 horas. Acababa de producirse un incendio en el apartamento de esta mujer de unos sesenta años, delicada de salud, que vivía sola en su casa.
“De repente, el humo invadió el pasillo”
“Vi humo saliendo del apartamento, así que inmediatamente bajé las escaleras con mis tres hijos. Cuando quise bajar con mi mujer, ya era demasiado tarde: el humo había invadido el pasillo, ya no se veía nada”, cuenta David, un padre que también vive en el piso quince. “Esperamos a que los bomberos terminaran en la parte trasera del apartamento, en la ventana. Debimos habernos quedado allí durante una hora. Mi esposa estaba muy asustada”.
Una quincena de bomberos de Brest, con tres furgonetas y una ambulancia, acudieron rápidamente al lugar, bajo el mando del jefe del grupo, Benoît Lichou. Consiguieron limitar el fuego al apartamento, sin que se extendiera a las zonas comunes ni a otros apartamentos. “Afortunadamente, esto ocurrió en el último piso”, señaló Sylvie Jestin, electa local presente en el lugar junto con Éric Guellec, electo permanente. Al lugar también se encontraban Enedis, GRDF, Samu y la Policía Nacional.
Pronóstico vital comprometido
Alrededor de las 13 horas, la víctima, inconsciente cuando llegaron los servicios de emergencia y atendida inmediatamente por un equipo médico en el apartamento, pudo ser evacuada y trasladada al hospital Cavale-Blanche. Su pronóstico vital estaba en peligro. Según sus vecinos, vivía en el edificio desde hacía unos veinte años: “En los últimos meses ya no la veíamos salir, pero recibía visitas regularmente”.
Se abrió una investigación para determinar la causa del incendio, que aparentemente se produjo en el salón del apartamento. No se consideró necesario ningún realojo para los vecinos.
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