tAdej Pogacar, gran favorito para la Vuelta a Italia, tiene la oportunidad de hacerse con la maglia rosa desde la primera etapa el sábado en Turín, donde se lanza al mayor desafío de su carrera.
El primer fin de semana de esta 107ª edición ofrece un terreno accidentado apto para los aventureros y las grandes incursiones que adora el esloveno, que este año compite por un doblete Giro-Tour no visto desde 1998.
El sábado, durante una etapa compacta (140 km) con salida en Venaria Reale, en las afueras de Turín, el Colle della Maddalena presenta una plataforma de lanzamiento ideal para los atacantes que saben escalar. La cumbre se sitúa a 22 km de la meta, tras una subida de 6,1 km al 7,4% medio, seguida de un rápido descenso hacia Turín.
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Tras una rápida procesión se dio el verdadero inicio de esta primera etapa. La 107ª edición del Giro ha comenzado y varios corredores han intentado realizar una primera escapada.
Seis corredores se aislaron así en cabeza de carrera. Louis Barré (Arkéa – B&B Hotels), Lilian Calmejane (Intermarché-Circus-Wanty), Nicolas Debeaumarché (Cofidis), Amanuel Ghebreigzabhier (Lidl-Trek), Andréa Pietrobon (Team Polti Kometa), Filippo Fiorelli (VF Group-Bardiani CSF- Faizanè) constituyó esta fuga. Esto último no preocupó al pelotón que se quedó atrás. Tenían una ventaja de 1m35 a falta de 125 kilómetros.
El equipo de Pogacar consiguió esta diferencia que aumentó hasta los 75 segundos, 25 kilómetros más adelante. El equipo Team-Emirates continuó su trabajo y dejó crecer la diferencia hasta los 2min 30 a 70 kilómetros de la carrera final. La escapada se dislocó entonces. Amanuel Ghebreigzabhier continuó su esfuerzo en solitario.
