La demanda mundial de oro comenzó el año en descenso, con el precio del metal amarillo en niveles récord, lo que afectó especialmente a las compras de joyas.
De enero a marzo de 2024, la demanda del metal precioso se situó en 1.102 toneladas, un 5% menos interanual, según el informe trimestral del Consejo Mundial del Oro (WGC) publicado el martes. La demanda de joyería, el mayor segmento de la demanda de oro, se situó en 479 toneladas de enero a marzo de 2024, un 2% menos interanual, bajo presión debido a los precios extremadamente altos del oro.
La relativa estabilidad del oro durante los primeros dos meses del año alentó inicialmente las compras de joyas, particularmente en el período previo al Año Nuevo chino, un período de alta demanda. “Sin embargo, la demanda se desplomó en marzo cuando el precio del oro se disparó”, señaló la CMO en su informe. Desde principios de año, el precio del oro ha aumentado más del 13%.
Refugio seguro tradicional
El precio se disparó a finales de febrero, impulsado por las expectativas de una bajada de los tipos de interés americanos que hacía menos atractivo el dólar. En comparación, el metal precioso se está volviendo más atractivo para los inversores. Las tensiones geopolíticas también contribuyen al apetito por el metal amarillo, un refugio seguro tradicional.
En el aspecto financiero, las ventas de ETF (valores cotizados respaldados por activos físicos de oro) provocaron que la inversión financiera total en oro cayera un 28% en el primer trimestre de 2024, hasta 198,6 toneladas. La inversión física en monedas y lingotes aumentó ligeramente (+3%), pero no lo suficiente como para compensar las ventas de ETF, motivadas en gran medida, según la OCM, por la recogida de beneficios dados los elevados precios del oro.
Se mantuvieron las compras de oro por parte de los bancos centrales, totalizando 289,7 toneladas durante los primeros tres meses del año. Por último, la demanda de oro en el sector tecnológico -el metal amarillo que se encuentra en los componentes de muchos dispositivos electrónicos- aumentó un 10% en el primer trimestre en comparación con el mismo período del año pasado, alcanzando las 78,6 toneladas. Una progresión que el CMO atribuye al auge de la inteligencia artificial. Sin embargo, el sector tecnológico sigue siendo sólo una parte mínima de la demanda total.
