A primera vista no vemos ninguna diferencia. Y, sin embargo, no queda ni una sola gota de aceite en el depósito. Usted conocía el superetanol, un 85% de etanol, es decir alcohol, y un 15% de gasolina procedente del petróleo. La novedad es el 15%, que ahora se obtiene a partir de aceites vegetales usados. Debería ser unos céntimos más caro que el superetanol actual, pero aún así la mitad que el sin plomo. Es un combustible aún en fase de prueba. Pero mañana, ¿podremos todos seguir adelante? Misma regla que con el superetanol, hay que añadir una pequeña caja bajo el capó, cuya instalación cuesta entre 700 y 1.000 euros. La promesa de este nuevo combustible usado es un 78% menos de emisiones de CO2. Entonces, ¿es un combustible tan virtuoso? Según explica Marianne Enault, periodista medioambiental de TF1/LCI, los aceites usados proceden del sector industrial y un poco del consumo privado. Alrededor del 60% de ellos proceden de China. Pero todavía tendríamos que esperar un año más para que este combustible esté disponible en el surtidor. TF1 | Informe J. Maviert, Y. Glemarec, M. Lopinski
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