El yen japonés ha oscilado enormemente en las operaciones después de hundirse a un mínimo de 34 años frente al dólar de los Estados Unidos.
El yen se hundió el lunes a 160,17 por dólar, el nivel más bajo desde abril de 1990, lo que desató murmullos de que las autoridades japonesas podrían intervenir para apuntalar la moneda por primera vez desde finales de 2022.
La moneda japonesa subió a 155,01 más tarde ese día, lo que provocó especulaciones entre los operadores de que las autoridades habían comprado la moneda para frenar la caída.
Los funcionarios de Japón, que celebra un día festivo, no confirmaron una intervención de las autoridades.
El yen ha estado en una caída casi continua desde principios de 2021, ya que el Banco de Japón (BOJ) mantuvo tasas de interés ultrabajas mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales aumentaron los costos de endeudamiento.
La espiral descendente ha continuado en las últimas semanas a pesar de que el Banco de Japón aumentó las tasas de interés el mes pasado por primera vez en 17 años, a medida que las expectativas de recortes de tasas de interés en Estados Unidos se desvanecen en medio de una inflación superior a la meta.
Si bien el yen débil ha ayudado a los exportadores japoneses a aumentar las ganancias y poner más dinero en efectivo en los bolsillos de los turistas que visitan Japón, ha ejercido presión sobre los presupuestos de los hogares al elevar los precios de los bienes importados.
Los funcionarios japoneses han declarado repetidamente que están dispuestos a intervenir para evitar movimientos bruscos en el tipo de cambio, aunque las autoridades se han abstenido de intervenir durante la caída de la moneda que duró un año.
El viernes, el banco central japonés mantuvo su tasa de referencia sin cambios entre 0 y 0,1 por ciento.
El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, dijo en una conferencia de prensa que la volatilidad del tipo de cambio afectaría la política monetaria sólo si hubiera un impacto significativo en la economía.
“Si los movimientos del yen tienen un efecto sobre la economía y los precios, es difícil ignorarlo. Podría ser una razón para ajustar la política”, dijo Ueda.
