Tres meses nos separan del año 2025. Y hasta el día de hoy, nuestro país enfrenta grandes desafíos a nivel económico, financiero y social. Estos problemas requieren acción inmediata. En una entrevista que aparecerá en el próximo número de El economista del MagrebEl economista y profesor universitario Aram Belhadj abordó diversos temas relacionados con la economía tunecina, destacando los desafíos actuales y las perspectivas de futuro.
Destacó que, a pesar de los avances, la situación económica sigue siendo difícil y afirmó: “La observación es clara: todavía estamos en una crisis económica, con un crecimiento muy débil”. Aram Belhaj cree que la tasa de crecimiento para 2023 era sólo de alrededor del 0,4% al final del último trimestre. Lo que refleja un estancamiento más que una ruptura real.
Aram Belhaj también señaló que el control de la inflación es principalmente responsabilidad del Banco Central de Túnez (BCT). Sugirió que se podría haber considerado una reducción de la tasa de política. Debido a que no existe un vínculo directo entre esta tasa y las materias primas, la inflación es en gran medida importada y influenciada por los mercados internacionales.
Además, destacó un cambio significativo en el apalancamiento económico, de 1,8 puntos a 0,4 puntos. A pesar de estos desafíos, Aram Belhaj sigue siendo optimista acerca de las oportunidades de mejora. Pide una reflexión profunda sobre los valores fundamentales y culturales del país para superar estos obstáculos económicos. Lo que resume las acciones necesarias para seguir adelante.
En definitiva, Aram Belhaj insiste en la importancia de la soberanía alimentaria, energética y agrícola para mejorar la situación económica. Reconociendo al mismo tiempo los desafíos vinculados a la evolución del contexto económico actual.