El debate vicepresidencial de anoche entre el gobernador demócrata Tim Walz de Minnesota y el senador republicano JD Vance de Ohio fue la última oportunidad para que ambas campañas presentaran sus argumentos ante una audiencia de decenas de millones de votantes durante el horario de máxima audiencia. Kamala Harris no logró convencer a Trump de aceptar un segundo debate, tras vencerlo durante un primer cara a cara.
Anoche los dos hombres debatieron los principales temas que dominan la campaña presidencial. Waltz y Vance estigmatizaron al otro lado al presentarlo bajo una luz negativa. Como debería ser.
Walz calificó al equipo Trump-Vance de “extraño”. Es recurrente. Sus ataques están en el centro de la estrategia demócrata de presentar la fórmula republicana como peligrosa y “anormal”. Nos dirigimos al electorado femenino y de edad avanzada. Los demócratas también quieren presentar al equipo Trump-Vance como alguien centrado en cuestiones que dividen al país y no en las necesidades del estadounidense promedio. Walz, por sus orígenes y sus ascendentes políticos, es el hombre ideal para atraer a los votantes de clase media.
Harris: socialista e incluso marxista
JD Vance, por su parte, ataca a Harris-Walz como “peligrosamente liberal”, la candidatura presidencial más radical en la historia de Estados Unidos. Trump acusa regularmente a Harris de ser socialista e incluso marxista. Nos dirigimos al electorado conservador de edad avanzada y con poca educación. Para ganarse el apoyo de los votantes urbanos, Trump y Vance denuncian las políticas de inmigración de Harris y dicen que ella también es blanda con el crimen.
Para ganarse a los votantes “de color”, Harris-Walz recuerda la afirmación estúpidamente falsa de Vance –repetida por Trump– de que los inmigrantes haitianos comían animales domésticos. Vance llegó incluso a defender su mentira de CNN diciendo que estaba dispuesto a “crear historias” para que los medios las retomaran. Su electorado –poco talentoso, pero convencido– está loco por ello. Incluso si no es verdad.
La campaña Harris-Waltz critica a Trump-Vance en el Proyecto 2025, el proyecto político conservador destinado a transformar radicalmente el gobierno federal estadounidense. Los demócratas buscan vincular aún más a Trump y Vance con el proyecto mientras intentan distanciarse de él.
Mujeres, gatos y niños.
El tema de la “salud reproductiva de las mujeres” (aborto) ocupa un lugar preponderante en la campaña. El bando Harris-Walz está trabajando para explotar la ira por las restricciones al aborto en los estados republicanos. A Trump-Vance le gusta más hablar de otras cosas.
Vance hizo comentarios sobre las mujeres que indignaron incluso a algunos miembros de su partido, burlándose de las mujeres que preferirían tener gatos que hijos (damas gatas sin hijos).
Será interesante ver en los próximos días el efecto del debate de ayer en las encuestas. Hasta ahora, Walz está aplastando a Vance, mientras que Harris mantiene una ventaja muy pequeña sobre Trump.
