Tanzania, un país rico en recursos minerales en África Oriental, acaba de tomar una decisión audaz que podría redefinir su estrategia para gestionar su producción de oro.
De hecho, en una medida encaminada a fortalecer su autonomía económica y diversificar sus reservas de divisas, el regulador minero de Tanzania ordenó a las empresas mineras y a los comerciantes de oro que asignaran al menos el 20% de su producción al banco central del país.
Esta iniciativa, que entrará en vigor el 1 de octubre, forma parte de una nueva ley de minería.
Demuestra la voluntad del gobierno tanzano de hacerse con el control de una parte significativa de su producción de oro, un metal precioso cuyo valor en los mercados internacionales se mantiene estable o incluso tiende a aumentar en períodos de incertidumbre económica.
El Banco Central de Tanzania (BoT) ya comenzó a implementar esta estrategia en el ejercicio financiero anterior, adquiriendo 418 kg de oro de comerciantes y mineros locales.
Para el presente ejercicio, la ambición se incrementa a 6 toneladas, un objetivo que refleja la determinación del país de acumular rápidamente reservas sustanciales.
Esta decisión se produce en un contexto de depreciación del chelín tanzano, la moneda local. Al diversificar sus reservas de divisas con oro, Tanzania busca fortalecer la estabilidad de su economía y protegerse contra las fluctuaciones monetarias.
A finales de julio de 2024, las reservas de divisas del país ascendían a 5.290 millones de dólares, lo que cubría 4,3 meses de importaciones previstas.
Para implementar esta política, el gobierno cuenta con dos grandes refinerías nacionales: Eye of Africa Ltd en Dodoma, la capital, y Mwanza Precious Metals Refinery Ltd en el norte del país. Estas instalaciones desempeñarán un papel clave en el procesamiento del oro destinado a las reservas nacionales.
Esta iniciativa de Tanzania podría tener importantes repercusiones en el mercado mundial del oro. También plantea dudas sobre el equilibrio que debe lograrse entre la soberanía económica y el atractivo para los inversores extranjeros en el sector minero.
Si otros países productores de oro en África adoptan medidas similares, podría conducir a una reconfiguración del mercado internacional de este metal precioso.