Taiwán denunció el jueves a China por suspender las exenciones arancelarias a las importaciones agrícolas de la isla, diciendo que constituía una “coerción económica” y no ayudaba a mejorar las relaciones.
China, que considera a Taiwán, gobernado democráticamente, como su propio territorio, ha incrementado la presión sobre Taipei en los últimos cinco años, tanto militar como económica.
El Ministerio de Finanzas de China dijo el miércoles por la noche que suspenderá las exenciones arancelarias sobre 34 productos agrícolas importados de Taiwán, incluidas frutas frescas, verduras y productos acuáticos, a partir del 25 de septiembre.
“La adopción unilateral por parte de Taiwán de medidas discriminatorias como prohibiciones y restricciones a la exportación de productos del continente ha obstaculizado gravemente la cooperación económica y comercial entre ambos lados del Estrecho”, añadió el ministerio.
El Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán dijo que las medidas de China constituyen “otro acto de coerción económica contra Taiwán, que perjudica los intereses de los agricultores y pescadores de ambos lados del Estrecho de Taiwán y seguramente despertará resentimiento entre los agricultores y pescadores, así como entre el pueblo taiwanés en general”.
“No son propicias para el desarrollo a largo plazo de las relaciones entre ambos lados del Estrecho”, afirmó el consejo en un comunicado.
En una declaración separada, el Ministerio de Agricultura de Taiwán dijo que China ya había establecido barreras no arancelarias contra la agricultura taiwanesa, recordando prohibiciones anteriores sobre mangos, piñas y otras frutas por preocupaciones de seguridad alimentaria.
El ministerio añadió que continúa promoviendo las exportaciones a mercados de “alto consumo” fuera de China.
La agricultura no es una parte importante de la economía dominada por la tecnología de Taiwán, pero es políticamente sensible dado que gran parte de la agricultura se realiza en la parte sur de la isla, que es un bastión del gobernante Partido Progresista Democrático.
China ha suspendido repetidamente las exenciones arancelarias para los productos procedentes de Taiwán, incluidas algunas importaciones de productos químicos en diciembre, poco antes de las elecciones presidenciales y legislativas de Taiwán.
China odia al presidente taiwanés Lai Ching-te, que asumió el cargo en mayo, y lo considera un “separatista”. Lai afirma que sólo el pueblo taiwanés puede decidir su futuro y ha ofrecido conversaciones con Pekín, pero estas han sido rechazadas.
