Un discurso especialmente agresivo que suena a advertencia. Corea del Norte “sin dudarlo, asestará un golpe mortal al enemigo movilizando todos los medios a su alcance” en caso de provocación, afirmó el miércoles el líder norcoreano Kim Jong Un, según la agencia estatal KCNA.
“Ha llegado el momento de prepararse más que nunca para una guerra”, afirmó también, añadiendo que su país debe “estar más firme y perfectamente preparado para una guerra, que debe ganarse sin falta, y no sólo para una posible guerra”.
Las amenazas a Seúl se multiplican
Desde principios de 2024, Corea del Norte designó a Seúl como su “principal enemigo”, cerró agencias dedicadas al diálogo intercoreano y amenazó con ir a la guerra por cualquier violación de su territorio “aunque sea de 0,001 mm”.
Imágenes parcialmente borrosas difundidas por KCNA mostraron a Kim Jong Un, rodeado de oficiales del ejército, inspeccionando lo que parece ser una representación en miniatura de la capital de Corea del Sur, Seúl, así como varios mapas de diferentes regiones de la península.
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Gran victoria de la oposición en las elecciones legislativas
Kim Jong Un pronunció el agresivo discurso durante su visita a la Universidad Política y Militar Kim Jong Il el miércoles, día de las elecciones parlamentarias de Corea del Sur, dijo la misma fuente.
El resultado de estas elecciones legislativas fue desastroso para el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, que adoptó una línea dura hacia el Norte, que posee armas nucleares, al tiempo que mejoró sus relaciones con Washington. Este revés también lo coloca en mala posición para los tres años restantes de su mandato.
El Partido Democrático (PD, centro izquierda), principal partido de la oposición, que obtuvo una amplia victoria, está a favor de una actitud menos agresiva hacia Pyongyang.
Un acercamiento en perspectiva entre Washington y Pyongyang
Este resultado es una buena noticia para Kim Jong Un, especialmente en vista del regreso al poder del ex presidente estadounidense Donald Trump en noviembre, según los analistas.
Los expertos creen que el ex inquilino de la Casa Blanca, que mantuvo cumbres históricas pero finalmente infructuosas con el dictador norcoreano durante su presidencia, podría promover un acercamiento con Pyongyang en caso de victoria en las elecciones presidenciales estadounidenses.
