Un partido exitoso contra el Reims
¿Nos sorprendió? Sí y no, porque sabíamos que habíamos trabajado muy bien esta primera semana con el cuerpo técnico. Sobre todo, estamos encantados de que haya funcionado tan bien, aunque a veces no fuéramos los mejores en el campo. Respondimos bien incluso en estos tiempos más difíciles. Estábamos encantados en el vestuario y seguro que el cuerpo técnico estaba tan contento como nosotros.
Intensidad como palabra clave
Depende de nosotros lograr que los equipos que nos enfrentan tengan menos tiempo para ponernos en dificultades. (…) Es un estilo diferente, sobre todo para mí, que constantemente me quedo en el medio y me adapto a las indicaciones del entrenador. La voz del entrenador resuena por todo el campo. Pone mucha intensidad en sus palabras y en sus movimientos. Tenemos que transcribir eso en el campo.
París
El PSG es diferente, hay once internacionales sobre el terreno de juego. Vamos allí con buenas intenciones y con el deseo de no cambiar demasiado nuestras ideas. Si no estoy preparado para hacerlo tan bien como contra el Reims, o mejor, mejor me quedo en casa. Debemos salir con las mismas intenciones y no decirnos que vamos a sufrir. Intentaremos molestarles lo máximo posible y durante el mayor tiempo posible aplicando las indicaciones del entrenador. El PSG sigue fuerte. Han perdido algunos nombres importantes, algunos jugadores muy buenos últimamente, pero todavía están volando alto en la L1. Jugar contra ellos es diferente.
Una necesidad de confianza
Esas fueron las primeras palabras del técnico a su llegada: decir que somos capaces, que tenemos nivel para hacer lo que él nos pida. No debemos preocuparnos por la dificultad, porque jugar en Saint-Étienne nos pone un peso sobre los hombros, sobre todo después de haber pasado por malos momentos. Llega con sus ideas y su discurso. Ha creído en nosotros desde su llegada.