Jannik Sinner, empujado por Taylor Fritz, consiguió el martes en Turín su segunda victoria consecutiva en el Masters ATP, donde Daniil Medvedev recuperó la esperanza tras una catastrófica entrada en la competición al superar a Alex De Miñaur.
No en vano Sinner es el número uno del mundo. El italiano sufrió ante Fritz, pero acabó imponiéndose en dos sets por 6-4, 6-4.
El resultado de este encuentro no refleja el escenario idéntico de las dos rondas, donde Fritz, 5º del mundo, aprovechó las dificultades en el servicio de Sinner para ofrecerse puntos de quiebre, sin poder aprovecharlos.
Y dos veces, cuando antes estuvo a punto de romper, el italiano disgustó a su oponente al que había vencido claramente en la final del US Open, aprovechando primero su primer punto de set y luego su primer punto de partido.
“Fue un partido difícil, contra un rival que sacó muy bien. Podría haber sacado mejor, pero aguanté en los peloteos donde libramos una gran batalla”, analizó el italiano.
“Me he acercado a mi primer objetivo que es llegar a semifinales, pero no será fácil contra Daniil” Medvedev, advirtió.
“Fue un buen partido, jugué bien, creé oportunidades, hay muchas cosas positivas que sacar de un partido así para mí, aunque estoy frustrado por haber perdido mi oportunidad”, estimó Fritz.
A pesar de su impecable actuación desde el inicio del “torneo de maestros”, Sinner, de 23 años, aún no tiene garantizada la clasificación entre los cuatro finalistas.
Si pierde drásticamente el jueves, su torneo terminará ahí. Queda por ver qué Medvedev competirá contra él.
– “Veintiséis veces mejor” –
¿El dominado por Fritz el domingo (6-4, 6-3), que había mostrado su peor cara tanto a nivel de juego como de comportamiento, entre la raqueta rota y un desenfado que le valió los pitos del público?
¿O el que produjo tenis ofensivo y nunca le dio la más mínima oportunidad a De Miñaur (6-2, 6-4)?
“Hizo un partido de muy alto nivel, fue mucho más agresivo por la forma en que golpeó las bolas, se notaba que tenía confianza”, señaló el australiano que perdió toda esperanza de llegar a la última casilla.
Para explicar su metamorfosis, Medvedev explicó que abordó esta reunión con un enfoque mental muy… “medvediano”.
“Entré al campo realmente, realmente tratando de que no me importara si perdía o ganaba, si jugaba bien o mal”, explicó en una larga y muy animada conferencia de prensa.
“Desafortunadamente para Alex, funcionó y jugué veintiséis veces mejor que en mi primer partido”, sonrió el ruso, que también hizo cambios sustanciales “de cara a la próxima temporada”.
“No es una actitud que podría tener durante toda una temporada, pero es el final del año y fue la solución después de perder los estribos, porque perdí los estribos contra Fritz”, continuó.
También volvió a su celebración tras su victoria, cuando se tapó los oídos “para decir que había bloqueado el ruido que venía de mí, de la grada o de las redes sociales”.
El reciente historial de Medvedev contra Sinner no necesariamente fomenta el optimismo: ha perdido siete de sus últimos ocho enfrentamientos, incluida la final del Abierto de Australia de 2024.
“Sé lo que tengo que hacer tácticamente contra él, pero el problema es que es tan bueno que incluso si juegas el partido perfecto desde el punto de vista táctico o tenístico, puedes perder”, advirtió el ruso.
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