Una vez más bajo la renovada nave del Grand Palais, después de dos ediciones en el Campo de Marte, la feria Art Basel Paris, que abrirá sus puertas este miércoles 16 de octubre y se prolongará hasta el domingo 20, aparece más poderosa que nunca. Con 15.000 m2 bajo la nave, en los balcones (para el sector emergente), en los pisos y del lado del Sena, acoge ahora a 195 expositores de 42 países, un 27% más que en 2023. El porcentaje de galerías establecidas en Francia (65 en total) se mantiene sin cambios, alrededor de un tercio, respetando los compromisos asumidos por Art Basel cuando tomó el control de la antigua FIAC en 2022, completando la red de sus ferias en Basilea, Miami y Hong Kong.
¿Es el efecto de los Juegos Olímpicos, que hicieron brillar a la capital como nunca antes en el extranjero, o el encanto del redescubierto Grand Palais, esta joya de luz situada al pie de los Campos Elíseos? Según Clément Delépine, director de Art Basel Paris, el número de coleccionistas esperados para la inauguración alcanzó “nivel histórico” con la multitud “de los europeos –franceses, alemanes, suizos, belgas, ingleses, etc. –, estadounidenses, y también un nutrido grupo de hongkoneses, que se ubicarían entre las diez nacionalidades más representadas”.
Un biotopo parisino propicio
Como hemos visto en los últimos años, el Brexit está trasladando parte del mercado del arte de Londres a París, donde ahora se producen la mitad de las ventas europeas. Muchas galerías extranjeras han abierto sucursales en la capital francesa. Un movimiento que continúa con las recientes fundaciones del neoyorquino Peter Freeman, la californiana Micki Meng, la galería Misako&Rosen de Tokio, sin olvidar la inminente llegada de la sucursal de Estambul The Pill…
Otro signo alentador este año, la feria americana NADA se suma a las ferias satélite que proliferan en torno a Art Basel Paris (Paris Internationale, Modern Art Fair, Offscreen –dedicada a la imagen–, Asia Now y AKAA –dedicadas respectivamente a los asiáticos y a los africanos–. , Design Miami y su pequeño rival Thema…). “Hay una dinámica real. La oferta es ahora muy densa y cada nuevo expositor atrae a coleccionistas que no necesariamente conocíamos”se alegra Marion Papillon, presidenta del Comité Profesional de Galerías de Arte.
Una última ventaja es el atractivo de París y la gran cantidad de exposiciones que la ciudad ofrece este otoño. Además del surrealismo en el Centro Pompidou, el dedicado a Jackson Pollock en el Museo Picasso y el homenaje que rinde el Palacio de Tokio a los grandes creadores contemporáneos (Myriam Minhindou, Barbara Chase-Riboud, Maryse Condé, Malala Andrialavidrazana ), las instituciones y empresas privadas organizan importantes exposiciones con una retrospectiva sobre el Arte Povera en la Colección Pinault y otra dedicada a los formatos XXL del artista pop Tom Vesselmann en la Fundación Vuitton.
Sólo Art Basel ofrece un amplio programa público extramuros, este año no en las Tullerías, donde se siguen desmantelando las instalaciones vinculadas a los Juegos Olímpicos, sino en diez lugares de la capital.
Un mercado del arte en desaceleración
Sin embargo, las preocupaciones son muy reales. Ante la inestabilidad del contexto internacional, el mercado mundial entró en recesión en 2023 con una caída de las ventas totales de arte del 4% (menos el 7% en Francia), según el informe Art Basel-UBS. Por supuesto, esta no es la primera vez que vemos un reequilibrio ante el aumento de los precios. En el primer semestre de 2024, el volumen de ventas incluso disminuyó un 22%. Estrés para las galerías que vieron – con el regreso al Grand Palais – el precio de su stand aumentar un 40%.
“Esto aumenta nuestra asunción de riesgos, sobre todo porque los costes de transporte de las obras también se están disparando”observa Marion Papillon, que, sin embargo, quiere seguir siendo optimista. Los ecos que llegan de la feria Frieze de Londres, que tuvo lugar del 9 al 13 de octubre de 2024, parecen bastante tranquilizadores. Además, la recesión del mercado ha afectado especialmente a las obras de alta gama. Suficiente para permitir que el mercado parisino, considerado particularmente activo en el rango de precios medios, obtenga quizás buenos resultados.
