Egipto y Sudán rechazan enérgicamente el acuerdo sobre compartir las aguas del Nilo

Egipto y Sudán rechazan enérgicamente el acuerdo sobre compartir las aguas del Nilo
Egipto y Sudán rechazan enérgicamente el acuerdo sobre compartir las aguas del Nilo
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El 13 de octubre se firmó en Entebbe (Uganda) un acuerdo sobre el uso equitativo de los recursos hídricos en la cuenca del Nilo. Segundo el independiente que traza las cuestiones, este estatuto que establece un “marco de cooperación” reunió a diez países y fue confirmado formalmente por la Unión Africana.

Según los términos del acuerdo, los Estados de la cuenca del Nilo “utilizarán, en sus respectivos territorios, los recursos hídricos del sistema del río Nilo de manera equitativa y razonable”.
Entre los diez países presentes en esta reunión –que son miembros de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo– Etiopía, Sudán del Sur, Uganda, Ruanda, Burundi y Tanzania han ratificado el acuerdo, mientras que Egipto y Sudán se han negado. Y aunque la República Democrática del Congo se abstuvo, Kenia aún no ha presentado los documentos de ratificación a la Unión Africana.

El acuerdo, que entró en vigor el 13 de octubre, “testimonio de nuestra determinación colectiva de explotar el Nilo en beneficio de todos, garantizando su uso equitativo y sostenible para las generaciones venideras”, según el comunicado de prensa de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo.

Por un acuerdo más justo que el de 1929

El Nilo, de 6.695 kilómetros de longitud, tiene dos afluentes, el Nilo Blanco, que tiene su nacimiento en Sudán del Sur, y el Nilo Azul, en Etiopía. Una geografía que implica numerosas consecuencias geopolíticas y económicas estratégicas para los países de la subregión.

Egipto, a pesar de ser miembro fundador de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo, siempre se ha adherido a un acuerdo que se remonta a 1929. Este acuerdo dividió a Egipto y Sudán, otorgando al primero 55,5 mil millones de metros cúbicos y al segundo 18,5 mil millones de metros cúbicos, de un total de 84 mil millones de metros cúbicos. En 1959, los países independientes Egipto y Sudán renovaron los términos de este acuerdo respecto de compartir el control y el uso de las aguas del Nilo. Este acuerdo dual, firmado por primera vez durante la era colonial del Imperio Británico, no tiene en cuenta a otros países ribereños de la cuenca del río que ahora piden un acuerdo más equitativo.

Además, a pesar de la declaración oficial falsamente unánime, la negativa de Egipto y Sudán, dos países muy dependientes del río, indica que el futuro de este acuerdo ya no está claro.

Según el Noticias diarias de Egipto, Tanto Sudán como Egipto creen que el acuerdo celebrado en Uganda contraviene el derecho internacional establecido y no es vinculante para ninguna de las naciones. Ambos países también destacan que lo han hecho “siempre ha buscado establecer un mecanismo consensuado e inclusivo para la colaboración entre todos los estados de la cuenca del Nilo”, indica el título egipcio.

Sed egipcia

Incluso intervino el ministro egipcio de Riego y Recursos Hídricos, Hani Sewilam, indicando por su parte Egipto hoy. Hizo un llamado a los estados que ratificaron el Acuerdo de Entebbe a revisar sus posiciones y reanudar las conversaciones sobre cooperación entre los países de la cuenca del Nilo de una manera que no perjudique a ninguno de ellos. Segundo Ahram en línea En inglés, Hani Sewilam cree que el acuerdo no respeta en modo alguno el principio de consenso, dado que sólo algunos países ribereños han firmado y ratificado el acuerdo.

La falta crónica de agua en Egipto es el quid de la oposición egipcia. Egipto hoy Toma nota de que el ministro subrayó que Egipto sufre escasez de agua y no tiene intención de ceder ni un solo metro cúbico de agua, expresando su rechazo al actual acuerdo de Entebbe.

Ahram en línea apoya en números esta realidad de la sed egipcia. El país necesita aproximadamente 114 mil millones de metros cúbicos de agua al año, mientras que los recursos hídricos disponibles se estiman en aproximadamente 59,6 mil millones de metros cúbicos al año, de los cuales el 90% depende del Nilo.

Un contexto regional tenso

El acuerdo establecido en Uganda se produce también en un contexto regional tenso. el independiente recuerda que, en realidad, Egipto tiene una opinión muy negativa sobre la construcción y gestión por parte de Etiopía de una presa en el Nilo Azul, un importante afluente del Nilo.

Una construcción faraónica destinada a garantizar que Addis Abeba produzca la electricidad que absolutamente necesita. Pero para Egipto, esta presa río arriba en su parte del Nilo significa que su suministro de agua también dependerá de la buena voluntad de Etiopía.

El Cairo también ha reforzado su avance político y militar en el Cuerno de África mediante un claro acercamiento con Somalia, incluida la posibilidad de desplegar soldados en suelo somalí y la entrega de armas.

Estos gestos representan una oportunidad estratégica, ya que Mogadiscio también ve con malos ojos el deseo de Etiopía de acceder al mar a través de un puerto situado en Somalilandia.

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