Como una transferencia de poder que se confirma. En la que sin duda fue la final ideal en Shanghai, el actual número 1 del mundo Jannik Sinner impuso su ley al exjefe del circuito y leyenda viva del circuito Novak Djokovic. El domingo, el italiano demostró una compostura excepcional y una gran autoridad para ganar en dos sets (7-6, 6-3) y 1h37 de juego para conquistar su séptimo título de la temporada, el cuarto en Masters 1000 y el 17º de su carrera. Para el serbio, aún tendrá que esperar antes de alcanzar los 100 trofeos en su carrera.
Era la pista de las estrellas este domingo, en la cancha y en las gradas. Ante la mirada de Roger Federer, Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz, espectadores de lujo visiblemente inagotables ante el tenis que se les ofrece, Jannik Sinner y Novak Djokovic cruzaron espadas por primera vez desde la semifinal del Open de Australia ganada por el italiano a principios de año. Y este último confirmó que había sacado una ligera ventaja a su rival serbio, dominándole por tercera vez consecutiva en un duelo de gran nivel, sobre todo en su primera parte.
