A medida que se acercan las fiestas de fin de año y las veladas en bares y discotecas, ha aparecido en las farmacias una nueva prueba de detección de sumisión química. Su nombre: Revisa Tu Bebida (CYD), o Revisa tu bebida. Este kit, que se presenta en forma de un pequeño sobre que contiene varias tiras, permite detectar la presencia de una sustancia psicoactiva, como GHB, MDMA o ketamina, en una bebida.
En concreto, la prueba consiste en colocar una gota de bebida en los dos marcadores de la varilla de papel. Cuando es positivo para una de las moléculas identificadas, cambia de color al cabo de un minuto. Si bien ya existen varias pruebas de este tipo, el CYD permite detectar la presencia de un fármaco entre más de 600 moléculas identificadas, frente a una decena de las demás. Lanzada en 2014 en el Reino Unido, Check Your Drink se comercializa actualmente en varios países europeos, pero también en Estados Unidos, Canadá, Australia y Corea del Sur.
Prevenir en lugar de curar
“Un centenar de farmacéuticos ya han encargado estas pruebas”, asegura Patrick Le Branchu, director de comunicación de PharmaVie, una red que reúne a 400 farmacias en toda Francia. Las farmacias que venden estos kits figuran en la web Check Your Drink, pero también se pueden pedir directamente online por 8,90 euros la bolsa de cinco tiras.
“Muchos jóvenes se preocupan antes de salir y los padres temen por sus hijos”, subraya Patrick Le Branchu. Por tanto, debemos difundir al máximo este tipo de dispositivos, sobre todo porque son discretos y caben en un bolsillo o en la funda del teléfono. » A diferencia de los análisis de orina que detectan sustancias después de la comisión de un acto, este kit permite “prevenir más que curar”, repite el director de comunicación. “El objetivo es hacer prevención y actuar en sentido ascendente. »
Una prueba que no detecta benzodiazepinas
Primer problema: CYD no detecta las benzodiazepinas, tranquilizantes comúnmente utilizados en el sometimiento químico. “Con las pruebas disponibles actualmente en el mercado, la única forma de detectar una benzodiazepina es utilizar una prueba de flujo lateral específica, en particular una prueba de orina o de sangre”, explica Michaël Maurin, consultor de NeutraPharma Europe. Pruebas realizadas a posteriori, por tanto.
Segundo problema: contrariamente a la creencia popular, la sumisión química no se trata sólo de ser drogado por un depredador con GHB en un club nocturno. Los datos de Crafs muestran que la víctima suele ser drogada por alguien que conoce y que traiciona su confianza. Esto implica que una persona que desee utilizar estas tiras no debe reservarlas para determinadas noches.
“Deberíamos probar el líquido en cada sorbo”
Además, no todos los farmacéuticos conocen este nuevo dispositivo. Pierre-Olivier Variot, presidente de la Unión de Sindicatos Comunitarios de Farmacéuticos (USPO), nunca ha oído hablar de ello. “Cuando escribo ”Comprueba tu bebida” en mi motor de búsqueda con mi proveedor, no aparece nada. » El farmacéutico estaría dispuesto a encargar algunas pruebas para su farmacia situada en Côte d’Or, pero se muestra escéptico sobre su éxito.
Para aprender más sobre la presentación química
“A primera vista es una buena idea, pero en realidad, incluso si a los jóvenes no se les cae la bebida, alguien puede introducir un medicamento en ellos sin que se den cuenta”, cree el farmacéutico. Lo ideal es probar el líquido con cada sorbo, pero nadie hará eso. O tienes que probar la bebida cuando la recibas, luego ponerle una tapa y no volver a quitar los ojos del vaso. Es bueno crear este tipo de pruebas, pero es mucho más complejo de lo que crees. »
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