La expedición internacional BIOCAL, liderada por el Instituto de Ciencias y Tecnologías Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB), ha aportado nuevas evidencias el fenómeno de la “Atlantificación” del Océano Ártico, un proceso vinculado al cambio climático que implica la invasión gradual de las aguas del Atlántico hacia el Océano Polar Ártico.
La “Atlantificación” del Ártico: el creciente desarrollo y sus impactos
La campaña permitió recoger muestras con el fin de estudiar la evolución de la biodiversidad marina mediante el análisis de organismos planctónicos calcificantes. Los organismos planctónicos calcificantes contribuyen a la regulación del CO2 atmosférico y la química del agua de mar. Estos organismos forman capas de carbonato de calcio y son particularmente sensibles a la acidificación de los océanos y al cambio climático.
En agosto y septiembre, el buque de investigación oceanográfica Sarmiento de Gamboa zarpó de Vigo (España) con destino a Reykjavik (Islandia), después de muestrear los archipiélagos de las Azores (subtropical) y Svalbard (polar), y analizar los océanos Atlántico Norte y Ártico Sur.
Durante este viaje, Se tomaron muestras de agua y sedimentos y se llevaron a cabo experimentos in situ para evaluar la biodiversidad y la biogeografía marina. así como su papel en el ciclo del carbono, con especial atención al plancton calcificante. Investigaciones realizadas en regiones de diferentes latitudes, desde las zonas más cálidas del Atlántico hasta las aguas más frías del Ártico, permitió al equipo científico recopilar evidencia del impacto de la “atlantificación” en las características fisicoquímicas del agua y los ecosistemas pelágicos.
“La intrusión de aguas atlánticas transforma el Ártico en un océano cada vez más cálido y cada vez menos salado debido a la fusión acelerada. Además, esta intrusión está modificando rápidamente los ecosistemas marinos y la distribución de las especies árticas”, explica Patrizia Ziveri, oceanógrafa del ICTA-UAB y responsable científica de la campaña.
Este fenómeno modifica la productividad primaria y secundaria. y permite que especies de latitudes más templadas extiendan su hábitat hacia el norte, generando competencia alimentaria y depredación de especies del Ártico.
Temperaturas cada vez más cálidas
En el archipiélago de Svalbard, los científicos observaron especies de plancton calcificante de cocolitóforos, pterópodos con cáscara y foraminíferos (los tres principales grupos calcificantes) en el límite de su área de distribución geográfica habitual. así como temperaturas superficiales superiores al promedio de 22 años en agosto y septiembre. La vasta área estudiada durante la campaña, desde las regiones subtropicales hasta las regiones polares, permitió a los científicos observar la huella global del cambio climático en la biogeografía de las especies de plancton calcificante más comunes.
Este proyecto se basa en la evidencia de que la pérdida de biodiversidad marina representa una de las mayores amenazas para los océanos, pero la mayor parte del conocimiento proviene de macrogrupos y animales grandes.
El cambio climático antropogénico y la degradación ambiental están produciendo efectos alarmantes como el calentamiento, la acidificación, la estratificación y la desoxigenación de los océanos, que afectan tanto al plancton pequeño como a los peces.
Proporcionado por la Universidad Autónoma de Barcelona.
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