Un estudio muestra que los adolescentes expuestos a juegos de azar simulados en videojuegos tienen un mayor riesgo de desarrollar conductas de juego en la vida real un año después.
Adobe Stock
El estudio, realizado en Flandes durante tres años, siguió a 2.300 jóvenes de entre 12 y 17 años. Se centró en elementos de juego integrados en videojuegos, como cajas de botín, ruedas de la fortuna y juegos de casino simulados. Estos mecanismos atraen a los jóvenes, ofreciéndoles ganancias virtuales o ventajas en el juego a cambio de una apuesta, a veces monetaria.
Los resultados revelan que ocho de cada diez adolescentes juegan habitualmente a videojuegos, y que entre ellos, el 60% participa en actividades relacionadas con juegos de azar o de dinero, a pesar de su prohibición para menores. Las apuestas con amigos y los juegos rasca y gana encabezan la lista de prácticas denunciadas.
Un ecosistema para monitorear
Rozane De Cock, investigadora de la KU Leuven, destaca que la exposición al juego en los videojuegos empuja a los adolescentes a prácticas de la vida real. “Comienza con el juego integrado en los videojuegos y su ecosistema, y luego se traduce en un aumento en la propensión al juego y en el comportamiento real de juego un año después”, dice. Por otro lado, no se ha observado lo contrario: los jóvenes que participan en juegos con dinero real no recurren automáticamente a elementos de videojuegos.
Related News :