En su conferencia inaugural IBM Quantum Developer Conference, IBM dio a conocer los últimos avances en su hoja de ruta para la ventaja cuántica: la segunda versión de su procesador Quantum Heron, presentada el año pasado, y las mejoras realizadas en su pila de software Qiskit.
El cambio hacia la utilidad cuántica significa que la computación cuántica ya no es una tecnología teórica o exploratoria, sino que puede usarse en la práctica para resolver problemas del mundo real en una variedad de campos. En junio de 2023, IBM demostró que su hardware cuántico podía realizar cálculos de manera más eficiente que una computadora clásica, dando un paso hacia la ventaja cuántica, el punto en el que una computadora cuántica definitivamente superará a las computadoras clásicas en tareas específicas.
Quantum Heron 2 está disponible en los dos centros de datos cuánticos de IBM, uno en Ehningen, Alemania y el segundo en Poughkeepsie, Nueva York. Este nuevo chip modular presenta 156 qubits en un diseño hexagonal pesado y conserva la arquitectura de acoplador sintonizable introducida el año pasado para suprimir la diafonía. IBM también agregó un nuevo sistema de atenuación de dos niveles para ayudar a reducir el impacto de una fuente importante de ruido.
Ahora permite ejecutar circuitos cuánticos complejos que simulan modelos de “Ising pateado” de hasta 5.000 puertas de dos qubits con mayor precisión. En comparación con el rendimiento de 2023, este salto tecnológico duplica las capacidades de los sistemas de IBM y acelera significativamente el procesamiento de datos.
El experimento de utilidad cuántica de 2023, publicado en Nature, demostró resultados de velocidad en términos de tiempo de procesamiento, por datos, para un total de 112 horas. El mismo experimento, utilizando los mismos datos, ejecutado en el procesador IBM Heron 2, se completó en 2,2 horas, 50 veces más rápido.
Este avance impulsa la investigación en campos tan variados como la química molecular, la física de materiales y la biología computacional.
IBM está colaborando con socios de renombre como RIKEN, en Japón, y la Clínica Cleveland, en Estados Unidos, para explorar casos de uso concretos y resolver problemas complejos, como simulaciones de estructuras electrónicas, esenciales para el descubrimiento de nuevos materiales y fármacos.
Otras colaboraciones, en particular con el Instituto Politécnico Rensselaer, están impulsando aún más la integración entre las computadoras cuánticas y clásicas. Estas iniciativas tienen como objetivo crear las primeras supercomputadoras cuánticas, capaces de descomponer y resolver algoritmos complejos combinando los puntos fuertes de las arquitecturas clásica y cuántica.
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