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El agujero negro central de la Vía Láctea emite radiación hacia la Tierra cada 76 minutos

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Los astrónomos de la Universidad Nacional Autónoma de México pueden haber resuelto el misterio que rodea a los estallidos de radiación gamma de Sagitario A* (Sgr A*), el agujero negro supermasivo en el corazón de la Vía Láctea. De hecho, se detectaron rayos gamma en 2021, pero aún se desconoce su origen preciso.

Un avistamiento inusual

Sagitario A* está situado en el corazón de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Lo encontrarás a una distancia de aproximadamente 26.700 años luz desde la Tierra en dirección a la constelación de Sagitario. Este agujero negro supermasivo, que gira casi lo más rápido posible, tiene una masa equivalente a aproximadamente cuatro millones de veces la del Sol.

Este fascinante objeto sigue siendo un objetivo de estudio favorito para los astrónomos que buscan comprender los complejos mecanismos que rodean a los agujeros negros supermasivos y su interacción con su entorno galáctico. El reciente descubrimiento de emisiones de rayos gamma periódicos de la región Sgr A* añade una nueva capa de misterio y emoción a nuestra comprensión de este enigmático objeto cósmico.

Y con razón, contrariamente a la imagen popular de los agujeros negros que absorben todo lo que encuentran a su paso, incluida la luz, Sagitario A* también es considerado “tranquilo” en comparación con otros agujeros negros supermasivos. De hecho, el objeto evoluciona en un estado relativamente inactivo, alimentándose de materia. a un ritmo muy lento en comparación con otros agujeros negros similares. Por esta razón, los científicos se han quedado un poco perplejos acerca del origen de estos rayos gamma.

Una “gota” de material

Utilizando datos del telescopio espacial Fermi de rayos gamma, los investigadores finalmente identificaron una periodicidad en estas emisiones. Según el equipo, ocurren aproximadamente cada 76,32 minutosen armonía con los pulsos de rayos X observados cerca. Para explicar este fenómeno, los investigadores proponen una explicación fascinante: los rayos gamma no provienen directamente del propio Sgr A*, sino de un “Gota” de gas que gira alrededor del agujero negro a casi un tercio de la velocidad de la luz. Por lo tanto, esta caída de materia a alta velocidad emitiría periódicamente luz en diferentes longitudes de onda durante su órbita alrededor de Sgr A*.

Una vista de las misteriosas emisiones de rayos X detectadas cerca del agujero negro central de la Vía Láctea. Podrían estar relacionados con nuevas detecciones de rayos gamma en la misma región. Créditos: NASA/JPL-Caltech

¿Cómo podemos explicar la formación de tal estructura?

La formación de una estructura de “gota” de gas arremolinado cerca de un agujero negro supermasivo como Sgr A* es un proceso complejo que puede verse influenciado por varios factores.

Por un lado, recordemos que los agujeros negros supermasivos suelen estar rodeados por un disco de acreción formado por gas y polvo que cae progresivamente hacia el agujero negro bajo el efecto de la gravedad. Este disco de acreción puede ser turbulento, con zonas de compresión y rarefacción que crean condiciones propicias para la formación de estructuras localizadas. Por otro lado, la fuerte gravedad del agujero negro también genera fuerzas de marea que distorsionan la materia que se acerca demasiado. Nuevamente, estas fuerzas pueden conducir a la formación de gotas de materia a distancias específicas del agujero negro, creando áreas donde la materia se acumula y se arremolina.

Recordemos también que los campos magnéticos juegan un papel crucial en la interacción entre el agujero negro y la materia circundante. Este último puede entonces Influir en la distribución de la materia y crear áreas de concentración. que dan lugar a estructuras particulares. Finalmente, la presencia de otras estrellas, nubes de gas u objetos masivos cerca del agujero negro puede interrumpir el movimiento de la materia y contribuir a la formación de estructuras particulares.

Por el momento, los investigadores no están muy seguros del mecanismo responsable de esta famosa gota de materia acelerada a velocidades relativistas. Aún así, este descubrimiento pone en duda la idea de que los rayos gamma de los agujeros negros supermasivos provienen únicamente de un disco de acreción turbulento generado por la influencia gravitacional del agujero negro. Por tanto, los resultados podrían proporcionar información crucial sobre los entornos que rodean a los agujeros negros supermasivos, especialmente aquellos que son menos voraces como Sgr A* en el centro de la Vía Láctea.

Este descubrimiento también podría ayudar a dilucidar el papel de las interacciones entre el agujero negro y las partículas de materia circundante en la producción de radiación de alta energía. Los investigadores creen que estas gotas de material podrían chocar entre sí, liberando así importantes cantidades de energía en forma de rayos gamma. Estos fenómenos ofrecen una oportunidad única de observar en tiempo real los procesos de dinamización de la materia en entornos extremos y, así, de comprender mejor cómo los agujeros negros influyen en la evolución de sus galaxias anfitrionas.

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