Las espadas de bronce que datan de la Edad del Hierro acaban de revelar un secreto bien guardado. Utilizando una técnica de imagen única, los investigadores han descubierto modificaciones modernas de estas armas, demostrando que su alteración aumenta su valor en el mercado ilícito de antigüedades.
Estas espadas son preciosos testigos del conocimiento metalúrgico del antiguo Irán. Sin embargo, su alteración complica el análisis de estas técnicas que se remontan a hace 3.000 años, una época crucial para la transición del bronce al hierro.
Crédito: Revista de Ciencias Arqueológicas
Los investigadores, en colaboración con varias instituciones, utilizaron tomografía de neutrones para analizar estas armas. A diferencia de los rayos X, esta técnica permite detectar mejor materiales orgánicos, como colas o añadidos modernos ocultos. Los resultados son inequívocos: algunas espadas han sido modificadas recientemente, creando “pastices” de armas antiguas. A los elementos de hierro originales se les añadieron fragmentos de bronce, distorsionando así la historia de los objetos.
El análisis de las espadas, que habían sido confiscadas por la aduana británica, reveló evidentes indicios de manipulación. Se descubrieron agujeros perforados con un taladro moderno e incluso un trozo de broca roto todavía incrustado en una de las palas.
Esta práctica pone de relieve los peligros para el patrimonio mundial y la dificultad de garantizar la autenticidad de las colecciones de los museos. Tales alteraciones dificultan la comprensión de las antiguas innovaciones metalúrgicas, particularmente en Irán, cuna de muchas técnicas metálicas que aún no se comprenden bien.
La hoja se inserta en un orificio (d) y se fija con un remache (f).
El estudio, dirigido por Alex Rodzinka de la Universidad de Cranfield, muestra cómo los objetos bimetálicos, como espadas con hoja de bronce y mango de hierro, son esenciales para rastrear las transiciones entre metales. Sin embargo, las modificaciones modernas confunden estos descubrimientos.
Anna Fedrigo, científica de la fuente ISIS, destaca la importancia de los análisis de neutrones para detectar estos cambios. Ahora se podría poner en duda la autenticidad de muchas armas de bronce, revelando otros pastiches.
El trabajo de estos investigadores, aunque se centra en unos pocos objetos, tiene implicaciones globales para la lucha contra el tráfico de antigüedades. También subraya la urgencia de adoptar técnicas avanzadas para proteger el patrimonio histórico, amenazado por prácticas ilícitas.
¿Qué es un pastiche en el ámbito de las antigüedades?
Un pastiche es un objeto que combina elementos antiguos y modernos. A menudo se crea a partir de fragmentos de objetos originales, a los que añadimos materiales o piezas modernas para completarlo. Estas adiciones se hacen discretamente para dar la apariencia de un artefacto completamente autentico.
Estos artículos suelen estar diseñados para engañar a los compradores. Los anticuarios o coleccionistas pueden adquirirlos pensando que son auténticos, cuando en realidad contienen modificaciones o reconstrucciones modernas.
Los pastiches plantean un grave problema para los investigadores. Complican el estudio de técnicas antiguas porque enmascaran la verdadera naturaleza de los objetos, lo que dificulta distinguir entre prácticas artesanales originales y adiciones contemporáneas.
Los métodos de imagen avanzados, como la tomografía de neutrones, son cruciales para detectar estos cambios. Nos permiten ver más allá de la superficie y revelar los materiales modernos utilizados en estos engañosos ensamblajes.
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