ll día amanece en Giza. La Gran Pirámide de Keops se alza en el horizonte. Un guía te llevará al interior, a través de pasillos estrechos, habitaciones ocultas o hasta la cima de este monumento sagrado del antiguo Egipto, para una caminata de cuarenta y cinco minutos. Sólo que en realidad estás a 3.225 kilómetros de Giza, en la sala de realidad virtual Eclipso de Burdeos.
Cada día, un centenar de visitantes vienen a probar una de las tres experiencias de inmersión que se ofrecen, como “L’Horizon de Kheops”, para viajar en el tiempo. Abierto desde enero, este centro, el único en el mundo que ofrece inmersiones culturales en grupo, completa una oferta ya rica en Burdeos, con otras salas que ofrecen experiencias inmersivas en realidad virtual, como los juegos de escape Virtual Room o los juegos de disparos de Vortex. Experiencia y Eva.
Mientras los gigantes tecnológicos Microsoft, Meta y Apple invierten para desarrollar y comercializar sus propios cascos de realidad virtual («realidad virtual» en inglés) y su uso llega a determinadas profesiones como la salud o la arquitectura, la realidad virtual se está popularizando poco a poco. Y el sector del ocio es el primero en hacer accesible esta tecnología al gran público. “Creemos que la gente está cada vez más interesada en ello. Este año alcanzaremos un récord de asistencia”, asegura Clément de Vergezac, director de eventos de la Sala Virtual, una de las primeras salas instaladas en Burdeos en 2018.
“Estamos persiguiendo la tecnología. Ya hemos invertido y cambiado de sistema varias veces”
En sus 550 m², 25 personas podrán jugar simultáneamente (en equipos de dos a cuatro) en uno de los cinco escenarios de juegos de escape propuestos y diseñados por el estudio de la compañía. El reciente lanzamiento de un nuevo escenario sobre Astérix ya es un éxito y representa más de la mitad de los juegos lanzados cada día. “Aún hay muchos clientes que vienen por primera vez, pero también otros que vuelven para probar otros escenarios”, explica.
Una gama de experiencias
Parece que algunos clientes, conquistados por la realidad virtual, incluso regresan para probar la experiencia en otras salas de Burdeos. “Algunas personas que han estado en Eva o en Sala Virtual a veces vienen a nosotros después, porque cada uno ofrecemos una experiencia diferente. Todos nos complementamos en Burdeos, eso es una ventaja”, explica Pierre Chicorp, uno de los creadores en 2019 de Vortex Experience, que propone cuatro juegos de disparos.
Equipados con un casco, un arma y un chaleco sensorial, los participantes se divertirán matando zombies en equipo, en una gran sala donde la libertad de movimiento es total, a excepción de algunos obstáculos que deben evitar. No ven nada del hangar vacío y luminoso en el que se mueven. Están totalmente inmersos en el universo virtual, donde cada persona es modelada por un personaje pero puede tocarse y hablar entre sí.
La experiencia, que aún tiene margen de mejora, es bastante divertida y permite una inmersión total en el juego, tanto visual como sonora. En el futuro, todos los centros de Burdeos esperan introducir más sensorialidades, como los olores, el tacto, el calor, el frío o los suelos vibratorios para reforzar el efecto de realidad. Los gráficos aún no valen lo que encontramos en las consolas de última generación, “pero la mejora constante del hardware mejorará la textura visual”, explica Pierre Chicorp. “Está sucediendo muy rápido, estamos persiguiendo la tecnología. Ya hemos invertido y cambiado de sistema varias veces. Y estoy convencido de que dentro de dos años volveremos a cambiarlo. »
“Sin límites”
“Khufu’s Horizon”, en Eclipso, ya se encuentra en su tercera actualización gráfica desde enero. Stevan Berthom, director de operaciones de Eclipso Bordeaux, está convencido de que “esto es sólo el comienzo de la realidad virtual y será el cine del mañana”. “La realidad virtual ofrece posibilidades que no necesariamente son alcanzables en la vida real ni accesibles al público en general. Es una herramienta que, en el mundo cultural, permite complementar los museos o los libros. También esperamos pronto ser parte del pase cultural”, continúa.
“El mercado de la realidad virtual para el público en general tiene futuro. Creo que todo dependerá del contenido ofrecido, porque la gente no viene por los auriculares sino por la experiencia”, añade Pierre Chicorp. “La realidad virtual aún no tiene límites, por lo tanto, no tiene fin. Constantemente surgirán nuevos conceptos, sobre todo con el desarrollo de la inteligencia artificial”, añade Clément de Vergezac.
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