Un televisor mini-LED realmente impresionante a un precio muy atractivo

Entre los pioneros de la tecnología miniLED, TCL intenta año tras año mejorar su receta y hacerse un hueco en la guerra de fabricantes de televisores gracias a su maestría tecnológica. ¿Es el C89B, que estamos probando aquí en su versión más pequeña, de 65 pulgadas, otro televisor miniLED más de TCL, con bastantes puntos buenos y algunos defectos desafortunados, o es un modelo aparte?

Si nos remitimos a las pruebas de nuestro laboratorio 01lab, el resultado es claro: el 65C89B es un modelo de primera. ¿Lo suficiente para competir con los mejores? Aquí tienes nuestra prueba completa.

Del miniLED a la era del rey OLED

El C89B no es un modelo cualquiera. Para TCL, es el modelo encargado de sustituir al C845, uno de los modelos más exitosos de la marca y, hasta el momento, el mejor televisor TCL que ha pasado por el laboratorio de 01net. Nuestra prueba también fue inequívoca y el éxito comercial del modelo lo confirmó. No se sustituye sin más a un superventas. Pero el C89B parece tener las bazas necesarias para cumplir con esta misión, empezando por una excelente relación calidad/precio… sobre todo si la relacionamos con su diagonal. Disponible solo en tamaños muy grandes, 65, 75, 85 y 98 pulgadas, el televisor goza desde hace varias semanas de muy buen boca a boca gracias a promociones récord y buenas ofertas que lo ponen regularmente en el punto de mira. Así, su versión de 85 pulgadas se exhibió a menos de 2.000 euros, cuando la de 75 pulgadas de diagonal cayó por debajo de la barrera de los 1.500 euros. Precios que no se pueden comparar con los actores históricos del sector.

Sí, pero en TCL la copia rara vez ha sido perfecta y, aunque la ficha técnica a menudo promete lo mejor, la realidad ha sabido reservar algunas decepciones, sobre todo en lo que respecta a la calibración o al motor de procesamiento de imágenes. Digámoslo de inmediato: con el 65C89B, no es el caso. A pesar de una ficha técnica de alto vuelo (panel UHD 4K 144 Hz o Full HD 240 Hz), la promesa se cumple, como veremos. Y empieza desde el primer momento.

Diseño y acabados: serios, pero con margen de mejora

Desde hace unos años, TCL no tiene por qué avergonzarse de sus competidores en cuanto a calidad de fabricación y acabados. Este C89B es prueba de ello con un diseño ciertamente clásico, pero dominado.

A primera vista, el C89B puede parecer bastante grueso, sobre todo en comparación con un televisor OLED, pero estos pocos milímetros adicionales de grosor tienen una justificación, sobre todo en la parte de audio, y volveremos sobre ello.

Por otro lado, incluso después de varios días de uso, nos parece que falta un detalle: un logotipo “firma” colocado en el borde derecho del chasis y que “se come” el borde de la pantalla. Esto no afecta a la imagen, por supuesto, pero nuestra mirada no ha dejado de sentirse atraída por este detalle relativamente antiestético y francamente poco útil.

Pie y mando a distancia: muchas buenas ideas

Para este C89B, TCL ha elegido un pie central de metal bastante sobrio cuyo principal interés es hacer que este gran televisor sea “compatible” con muchos soportes de TV. Sin embargo, un pequeño inconveniente es que, para evitar cualquier rastro de arañazos, TCL ha colocado cuatro almohadillas de plástico adhesivas debajo de este pie. Una buena intención, pero su color blanco es visible cuando te acercas al pie (que es negro), lo que no es el efecto más bonito. Es en este tipo de detalles en los que TCL todavía puede progresar para estar al nivel de los mejores.

Por otro lado, respecto a este pie, TCL tuvo la buena idea de hacerlo regulable a dos alturas, lo que permite ajustar el espacio entre la parte inferior de la pantalla y el mueble: ideal cuando quieres encajar una barra de sonido en este espacio entre ambos.

El mando a distancia es un modelo único en su género. TCL ha elegido un accesorio elegante, con un mínimo de botones, como Samsung. ¡Fue una buena elección! Lo esencial está al alcance con cuatro botones de acceso directo, de los cuales solo tres son realmente útiles (lo siento TCL Channel). El objeto no solo es práctico y agradable de usar, sino que también es bastante bonito, lo que no es típico de los mandos a distancia. El único punto débil de este mando a distancia es la falta de retroiluminación, lo cual es una pena. Por último, en cuanto a la “gestión de cables”, es decir, las posibilidades que ofrece para ocultar los cables, TCL se ha conformado con lo mínimo con un sistema de ranuras en el pie que permite deslizar los cables, pero que resulta bastante poco práctico. Afortunadamente, si este tema te interesa, existen varias alternativas mucho más efectivas.

Calidad de imagen: brillo que cambia las reglas del juego

Detrás de la promesa de una mejor calidad de imagen hay dos impulsores esenciales: el chip TCL 65C89B y su panel QLED Pro.

Aunque lleva el sello “TCL”, el chip de este televisor es en realidad un MediaTek Pentonic 700. La historia no dice si se trata de una versión optimizada para la marca o de un componente clásico. Sin embargo, además de la descompresión del VVC, este chip permite al televisor TCL hacer funcionar conjuntamente la retroiluminación mini-LED (en más de 1.000 zonas) y este panel UHD 4K de 144 Hz llamado QLED Pro. ¿Por qué TCL utiliza esta mención? Sencillamente porque, en esta generación de paneles, el fabricante utilizaría una nueva generación de puntos cuánticos que mejorarían el brillo y la colorimetría del televisor. Afirmaciones que pudimos comprobar durante nuestras pruebas.

Nuestro 01lab ha sido capaz de medir el brillo máximo en HDR en más de 2000 nits (el límite de nuestra sonda), así como un brillo pico en SDR de casi 1000 nits. Estos dos valores sitúan al C89B entre los mejores de su categoría.

¿Cómo ha conseguido TCL este nivel de luminosidad? Por supuesto, entran en juego las cualidades intrínsecas del panel y del panel de iluminación mini-LED, pero no solo eso. También hay una tecnología casera, la famosa “OD”. Se trata de una reducción extrema del espacio entre el panel y el panel de iluminación. En el caso de este televisor con el sello OD5, hay pues tan solo 5 mm de espacio entre estos dos componentes. ¿El resultado? Una mayor acción del panel mini-LED y una reducción significativa de las fugas de luz.

¿Qué podemos decir de la calidad de imagen de este televisor? Sin duda, se trata de uno de los modelos mini-LED más logrados del mercado, sin tener en cuenta siquiera la cuestión del precio. Por supuesto, aunque las prestaciones del mini-LED tienden a acercar la tecnología LCD al tipo de imágenes que puede producir el OLED, la comparación no se sostiene. La calidad de imagen es evidente en las zonas más brillantes, pero el C89B también consigue brillar aportando matices y detalles a las zonas oscuras… sin llegar, por supuesto, a alcanzar los negros perfectos de un modelo OLED. Unos negros de este nivel implican también un nivel de contraste excepcional para un modelo LCD (4944:1 según 01lab), lo que es cierto, incluso en contenidos exigentes, como ciertas escenas de la serie Shogun.

Entonces, si la colorimetría sugiere un televisor bastante fiel y bien calibrado desde el primer momento (el Delta E promedio está entre 1,48 y 3,65 dependiendo de los modos probados).

Interfaz y navegación: Google tiene una fiesta

TCL ha tomado por costumbre confiar su interfaz a Google. Así, en este 65C89 se integra Google TV. Además de la calidad general del sistema operativo de Google, TCL puede presumir de una fluidez de navegación inigualable. Los menús se desplazan casi instantáneamente y las diferentes aplicaciones se cargan en un abrir y cerrar de ojos, algo que no siempre ha sido así en el pasado con el fabricante chino.

En este punto, TCL no revoluciona el género, y también se le podría reprochar una falta de iniciativa en la visualización o diversidad de sus menús, pero ¿es esto realmente lo que esperamos de un reproductor que quiere competir con las referencias del sector? Este C89B prefiere apostar por lo esencial: sencillez de la interfaz, rapidez de los menús y eficiencia del conjunto.

¿El TCL C89B está hecho para videojuegos?

Desde hace unos años, TCL no escatima en medios para convencer a los gamers de que adopten sus televisores. Además, hemos destacado regularmente en estas páginas el interés de optar por un televisor TCL cuando eres gamer y no tienes los medios para mirar a Samsung o LG. El 65C89B no es una excepción a la regla y debería ser incluso una referencia para los gamers que apuestan por una buena relación calidad/precio.

Los dos primeros puertos HDMI del televisor son compatibles con HDMI 2.1, el primero incluso tiene la opción de 144 Hz en Ultra HD. Por supuesto, el C89B cumple con todos los requisitos en cuanto a funciones para juegos (ALLM, VRR). En cuanto al rendimiento, 01lab ha medido el retraso de entrada de este TCL 65C89B en solo 9 ms, lo que lo pone a la par de los mejores modelos de Samsung, la referencia en este campo.

Al igual que sus rivales, TCL cuenta desde hace años con un menú dedicado al gaming, la “gaming bar”. En este menú horizontal situado en la parte inferior de la pantalla encontramos los ajustes habituales, pero también algunas ayudas específicas (asistencia para apuntar, iluminación de zonas oscuras o incluso modos de juego en función del tipo de cada título).

En definitiva, el rendimiento en gaming del C89B (en nuestro caso, el televisor se probó principalmente con una PS5) está en el extremo superior de la categoría. El mini-LED de TCL no solo es versátil, sino que también funciona muy bien. Si quisiéramos ser un poco quisquillosos, aún podríamos criticarle un brillo más bajo en el modo juego o algunos colores particularmente saturados, pero son defectos aceptables que desaparecen cuando cambias al modo cine.

¿El C89B tiene buen audio?

En cuanto al audio, TCL cuenta con un aliado histórico: Onkyo. Si bien el C89B no cuenta con una barra de sonido integrada como algunos modelos del pasado, integra altavoces ligeramente girados hacia arriba, para una mejor espacialización, pero también para reivindicar mejor la compatibilidad con Dolby Atmos. Equipado también con un Woofer, ofrece en general un sonido de muy buena calidad, pero que tiende a saturarse bastante rápido cuando se sube el volumen rápidamente.

A pesar de que su grosor le permite llevar una parte de audio de calidad, no te salvará de una barra de sonido o un sistema dedicado para quien desee tener un sonido a la altura de su calidad de imagen.

Relación calidad precio inmejorable

Seamos claros: en el momento de escribir estas líneas, ningún televisor puede competir con el TCL C89B en cuanto a relación calidad-precio. Obviamente, no deberías fiarte del precio de venta recomendado, que se ha reducido significativamente gracias a varias promociones de minoristas y ofertas de reembolso del fabricante. Estas son habituales en este modelo, por lo que es posible encontrarlo a precios bastante sorprendentes si tenemos en cuenta el tamaño del televisor y la tecnología mini-LED que incorpora.

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