Los investigadores se embarcan en un proyecto tan atrevido como arriesgado: crear formas de vida totalmente inversas a las que existen en la Tierra. Estos organismos, llamados “bacterias espejo”, también plantean serias preocupaciones.
La idea detrás de estas bacterias se basa en un concepto químico llamado “quiralidad”, donde ciertas moléculas pueden existir en dos formas, siendo una la imagen especular de la otra. Si la vida tal como la conocemos se construye alrededor de moléculas “diestras”, los investigadores están tratando de crear formas invertidas “zurdas”. Pero esta búsqueda plantea una debate ética mayor.
Las bacterias espejo, aunque potencialmente útiles para la medicina y la industria, plantean un riesgo importante: podrían escapar de la sistema inmunitario humano y el de otros seres vivos. De hecho, las defensas naturales no podrían reconocerlos como patógenos, lo que podría provocar infecciones incontrolables. Los científicos han advertido recientemente sobre los peligros de esta investigación. Un grupo de expertos, entre ellos varios premios Nobel, publicó un informe que destaca los riesgos impredecibles de estos organismos sintéticos. Para ellos, la creación de bacterias espejo podría desencadenar pandemias imposibles de controlar.
Sin embargo, las aplicaciones potenciales de estos organismos son prometedoras. Al crear moléculas espejo, los científicos esperan diseñar nuevos medicamentos resistentes a la degradación natural o incluso otros productos industriales más eficaces.
Una de las mayores preocupaciones es que estas bacterias, al ser invisibles para nuestros sistemas de defensa, puedan propagarse sin ninguna barrera natural. Esta situación sería aún más problemática si estos microbios se adaptaran a las condiciones del entorno, escapando así a los intentos de contención.
Otro aspecto preocupante radica en la dificultad de controlar estos organismos una vez creados. La ausencia de depredadores naturales podría permitirles multiplicarse a gran escala, con graves consecuencias para el medio ambiente y la salud. Los expertos coinciden en que es urgente pensar en regulaciones antes de que estas bacterias se conviertan en una realidad.
Los investigadores, aunque conscientes de las ventajas teóricas de las bacterias espejo, piden que se suspenda la investigación. Según el informe, si estos organismos escaparan de los laboratorios, su potencial destructivo superaría con creces sus aplicaciones beneficiosas. Ha llegado el momento de un debate amplio sobre estos riesgos.
La pregunta sigue siendo: ¿los avances científicos, por prometedores que sean, deberían verse obstaculizados por las incertidumbres que generan? El debate sobre la creación de vida espejo apenas comienza y bien puede redefinir cómo la ciencia aborda la ética y la seguridad.
¿Qué son las bacterias espejo y por qué suponen un peligro?
Las bacterias espejo son organismos creados a partir de moléculas quirales que están invertidas de las que se encuentran en la naturaleza. En biologíala quiralidad designa laasimetría molecular, similar a la diferencia entre la mano izquierda y derecha. Por tanto, el ADN de los organismos vivos está formado por nucleótidos que denominamos “diestros”. Alinversolas proteínas están formadas por aminoácidos “zurdos”. Los científicos intentan reproducir estructuras biológicas donde los aminoácidos y otras moléculas están dispuestos en una configuración invertida.
Estas creaciones, aunque científicamente prometedoras, plantean importantes preocupaciones. Se cree que las bacterias espejo, debido a su diferente composición química, evaden el sistema inmunológico natural de humanos, animales y plantas. También pueden ser invulnerables a los depredadores microbianos comunes, como virus y protistas. Esto los haría difíciles de controlar y potencialmente peligrosos para elambiente.
Los investigadores creen que, aunque la creación de una bacteria espejo aún no está al alcance de la mano, los rápidos avances en biotecnología hacen que esta posibilidad sea probable en un futuro próximo. La preocupación crece a medida que avanza esta investigación, y varios científicos piden una pausa en el trabajo, enfatizando los altos riesgos de tal innovación.