Según Gartner, al menos el 30% de los proyectos de IA generativa se abandonarán a finales de 2025, en gran parte debido a costes excesivos sin retorno tangible.
Sin embargo, surge una paradoja: Gartner predice que para 2026, el 75% de las empresas utilizarán IA generativa para crear datos sintéticos de los clientes, en comparación con menos del 5% en 2023. Esto plantea dudas sobre la formación de una burbuja financiera en torno a esta tecnología.. La creciente dependencia de las empresas de la IA generativa, junto con expectativas poco realistas, podría llevar a la quiebra a algunos proveedores de IA. En resumen: la carrera frenética en la que los técnicos de IA deben superar constantemente los límites de la tecnología para mantenerse a la vanguardia, mientras intentan controlar costos que parecen estar fuera de control, inevitablemente creará algunos problemas de sostenibilidad para algunos de ellos.
Puede surgir la pregunta: ¿es la IA generativa una promesa o una burbuja especulativa? Incluso si el riesgo de un efecto fuelle es tangible, la revolución ha comenzado y se generalizará. Aunque es necesario demostrar paciencia Ante esta revolución tecnológica, es imperativo regular su desarrollo. Es necesario destacar las cuestiones éticas, especialmente en términos de protección de datos. Hasta la fecha, sólo MistalAI y OpenIA parecen estar funcionando bien.
En el corto plazo, las empresas deben avanzar hacia mejoras de productividad. La integración de la IA generativa en los paquetes de software existentes, cuyos costos de desarrollo correrían a cargo de los editores, permitiría lograr rápidamente procesos más aumentados que los productos simplemente impulsados por la IA. En definitiva, apostar por la IA generativa requiere una visión de largo plazo: los beneficios de esta revolución sólo se materializarán plenamente en unos pocos años.
Por tanto, es necesario abordar esta tecnología con cautela, combinando innovación y responsabilidad. El futuro de la IA generativa dependerá no sólo de su capacidad para generar beneficios reales, sino también de su capacidad para sortear las complejidades éticas y regulatorias que crea. Sólo un enfoque equilibrado transformará esta prometedora tecnología en un motor de crecimiento sostenible.