Es probable que en los próximos años aumenten las interferencias y los solapamientos de señales. De hecho, no son sólo los coches los que se están convirtiendo cada vez más en centros de radiocontrol que, por un lado, vigilan su entorno y, por otro, quieren intercambiar grandes cantidades de datos con otros usuarios de la vía y con servidores centrales.
La tendencia no es diferente en el caso de los teléfonos inteligentes, las computadoras portátiles y otros dispositivos inteligentes. Al mismo tiempo, aumenta la probabilidad de que se interrumpan las conexiones inalámbricas, lo que puede resultar en velocidades de datos más bajas o una pérdida total de la conexión.
El MIT presentó un elemento importante para evitar este tipo de situaciones. Un chip con características ideales puede lograr resultados mucho mejores que la tecnología existente optimizando su posición.
No se trata de la posición en el smartphone o el portátil, sino en el circuito. El receptor, que actualmente cuenta con cuatro desfasadores no recíprocos trabajando juntos, se encuentra directamente detrás del primer amplificador de señal.
A diferencia de lo que ocurría en el pasado, las partes defectuosas de una transmisión no se eliminan más tarde durante el procesamiento de la señal, sino básicamente tan pronto como se recibe la señal de onda todavía analógica.
Precisamente aquí se pueden desplazar las fases de las diferentes ondas, que casi inevitablemente se superponen, hasta que la señal recibida esté libre de interferencias. Según el estudio, debería funcionar cuatro veces mejor que antes.
La tecnología también tiene otros beneficios. Cabe en un chip con una superficie de sólo 3,2 milímetros cuadrados, el tamaño de un grano de arroz. Además, la potencia necesaria sigue siendo mínima debido al enfoque muy directo y también a que la corrección de errores posterior es menor. Si el chip no está en uso, simplemente se apaga para ahorrar aún más energía.
Suponiendo que los problemas de superposición e interferencia de ondas electromagnéticas probablemente empeoren en lugar de disminuir, la adaptación a sistemas más grandes y al futuro 6G ya está en marcha. El chip ya debería poder manejar las frecuencias necesarias.
Y si nada ayuda, es decir si todavía no hay señal, respira hondo y apaga tu smartphone.
