Publicado el 27 de noviembre de 2024 a las 19:21 horas. / Modificado el 27 de noviembre de 2024 a las 19:26 horas.
3 minutos. lectura
La relojería, una industria creativa de masas, fácilmente se ve a sí misma como arte. Mecánica, decoración, profesiones, intenciones. Sin duda merece ser consagrado –por qué no– el “duodécimo arte”, pero no lo es, y debe contentarse con el asiento plegable reservado a actividades demasiado comerciales para la cultura. Lo que no impide que las marcas se aventuren a plasmar sus ideas experimentando con el arte. Hay dos formas de hacer esto. Miniaturizando el repertorio clásico sobre el lienzo blanco de la esfera. O colaborando con un artista vivo. El segundo enfoque es más incierto, pero más libre. Sin embargo, el riesgo sigue controlado; estas colaboraciones siguen siendo ejercicios especiales. Después de todo, incluso aculturado, un reloj no es arte por el arte.
Sigue con nosotros la actualidad y apoya un periodismo exigente y atrevido
Para las vacaciones de fin de año, aprovecha un -25% en tu suscripción anual ????
Información de calidad a un clic de distancia. Oferta válida hasta el 25 de diciembre de 2024.
me suscribo
Buenas razones para suscribirse a Le Temps:
- Acceso ilimitado a todos los contenidos disponibles en el sitio web
- Acceso ilimitado a todo el contenido disponible en la aplicación móvil
- Plan de compartición de 5 artículos por mes.
- Consulta de la versión digital del diario a partir de las 22 horas del día anterior.
- Acceso a los suplementos y a T, la revista Temps, en formato papel electrónico
- Acceso a un conjunto de beneficios exclusivos reservados para suscriptores
¿Ya tienes una cuenta?
Acceso
????-25% en suscripciones anuales.
Apoyar el periodismo independiente.
Suscribir