¿Un anillo para gobernar… nuestras noches? Esto es lo que ofrece el pionero finlandés de los anillos conectados con Oura Ring, cuyos sensores registran, entre otras cosas, las variaciones del sueño. Descifrado con un investigador de neurociencia.
El anillo Oura 4 no es un anillo cualquiera, ya que te compromete con tu salud, por 399€. Al menos, esa es más o menos la promesa de esta herramienta de alta tecnología, lanzada en 2015, que alberga varios sensores que registran nuestra actividad física (frecuencia cardíaca, temperatura corporal, nivel de oxígeno en sangre, etc.), nuestro nivel de estrés e incluso nuestra menstruación. ciclo. Y esta joya que pesa entre 4 y 6 gramos (según el tamaño) no sólo controla nuestras acciones durante el día, sino que está conectada a una aplicación (de pago, 69,99 euros al año) que también recoge datos sobre nuestro sueño: los movimientos, la duración. de la noche y sus diferentes fases, despertares, hora de acostarse y hora de levantarse. Hasta la fecha, la marca afirma haber vendido más de 2,5 millones de anillos. Entre los usuarios más famosos se encuentran la gurú del bienestar Gwyneth Paltrow, el príncipe Harry, Cristiano Ronaldo y recientemente la actriz Eva Longoria, que apareció a principios de noviembre en marie claire nosotros siendo adicto a su anillo, hasta el punto de controlar religiosamente su cantidad diaria de sueño profundo. ¿Pero es realmente una medida fiable? ¿Podemos realmente optimizar nuestras noches utilizando estos datos? Hacemos balance.
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Estadísticas prometedoras
Sueño lento, profundo, paradójico, cronotipo… Hay que admitir que la ciencia del sueño tiene elementos de lenguaje que no son fácilmente accesibles para el durmiente medio. Es por eso que la marca Oura ofrece simplificar el mensaje proporcionando a su usuario una puntuación de sueño, entre 0 y 100, cada mañana en su aplicación. Este tiene en cuenta el tiempo empleado durante cada fase del sueño, la de conciliar el sueño (idealmente menos de 20 minutos), el tiempo total de sueño (entre 7 y 9 horas dependiendo de cada individuo), pero también los compara con los objetivos del sueño. que te has fijado. Y si quieres investigar aún más, tienes a tu disposición gráficas para ver, por ejemplo, la evolución de tu tiempo de sueño a lo largo de varias semanas.
¿Es esta tecnología similar a la que utilizan los centros especializados en patologías del sueño? No precisamente. Convencionalmente, el sueño y sus diferentes fases (lento, profundo, paradójico) se miden registrando la actividad eléctrica del cerebro mediante electrodos (un electroencefalograma). El anillo conectado Oura, al igual que sus competidores en el mercado (Galaxy Ring de Samsung o Circular Ring de Slim), lo hace de forma indirecta: utiliza un sensor que utiliza fotopletismografía (PPG, una técnica de exploración funcional vascular no invasiva) que . Ofrece variaciones en el ritmo cardíaco durante la noche, cuya aceleración o disminución indicaría las etapas del sueño.
Como nos informa Maxime Elbaz, doctor en neurociencia y ex director técnico del Centro de Sueño y Vigilancia del hospital Hôtel-Dieu de Paris AP-HP, especialista en salud digital, varios estudios han intentado comparar estos dos métodos y probarlos. para validar el proceso utilizado por los anillos conectados. El más reciente, publicado en la revista Sensores en 2024, y realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston a partir de una pequeña cohorte de 34 sujetos sanos, presenta resultados prometedores y muestra que el Anillo Oura “en general hace el trabajo”, según Maxime Elbaz, de ser más preciso que otros conectados objetos como el Apple Watch Series 8 o la pulsera Fitbit Sense 2, “salvo estimar correctamente el tiempo que se tarda en conciliar el sueño”, afirma. Sin embargo, el neurocientífico admite tener algunas reservas sobre la objetividad de tal trabajo, ya que uno de los autores del estudio es también consultor en Oura…
Una herramienta de prevención
Así, a falta de datos concluyentes validados por las autoridades sanitarias, el anillo Oura, como la mayoría de sus competidores, no sustituye a un reconocimiento médico. Por otro lado, el investigador en neurociencia Maxime Elbaz todavía lo ve como una herramienta de prevención ante el desvío diagnóstico entre determinados pacientes que padecen patologías del sueño. “El tiempo de espera para conseguir una cita en un laboratorio del sueño es muy largo, a veces hasta seis meses. ¿Pero todavía debemos ser conscientes de la necesidad de acudir a una consulta? Las personas insomnes tienen una percepción muy pobre de su sueño, que sobreestiman, por lo que este anillo, como otros, puede ayudar a darse cuenta de que hay un problema (una deuda de sueño, un problema para conciliar el sueño o repetidos despertares nocturnos) y la necesidad de consultar. » El anillo Oura también permite detectar el nivel de oxígeno en la sangre, cuya desaturación puede alertar al usuario de un riesgo de apnea del sueño, pero es menos fiable que el Circular Ring Slim o el Apple Watch en este punto. porque la medición no se realiza de forma continua durante la noche”, añade el neurocientífico.
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Consumir con moderación
¿Y en un “portador sano”, sin patología del sueño? ¿Cuáles son los beneficios de monitorear tus estadísticas de sueño? “Es útil en el sentido de que fomenta buenos hábitos, como tener horarios regulares para acostarse y despertarse. También hay que tener en cuenta la duración del sueño, porque menos de seis horas estamos expuestos a riesgos cardiovasculares y de cáncer”, informa Maxime Elbaz.
Sin embargo, tenga cuidado de no tener los ojos pegados constantemente a los gráficos. Esta búsqueda de “dormir bien” también puede convertirse en una obsesión. “Lo llamamos ortosomnia. A medida que nos volvemos adictos a nuestros teléfonos móviles, buscamos mejorar nuestro sueño a toda costa. Pero si se excede, se corre el riesgo de desarrollar insomnio”, advierte el neurocientífico. De ahí la necesidad de dar un paso atrás respecto de estos dispositivos. Para aquellos que estén interesados y tengan medios para permitírselo, Maxime Elbaz recomienda el uso ocasional del anillo conectado, de vez en cuando durante el año, durante uno o dos meses, pero no a diario. un buen durmiente. Otra alternativa mencionada es el diario de sueño, donde registras tu hora de acostarte y despertarte. Menos caro… pero más restrictivo.