Itech o la aventura de los emisores de infrarrojos

Itech o la aventura de los emisores de infrarrojos
Itech o la aventura de los emisores de infrarrojos
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Gérard Duneau se embarcó en esta aventura en 1997, con prototipos rudimentarios de cartón destinados al secado de pinturas para automóviles. En colaboración con Ensci de Limoges, Itech System ha desarrollado paneles radiantes cerámicos que mejoran la eficiencia energética de los dispositivos radiantes. Esta innovación marcó el comienzo de una serie de éxitos para la empresa.

Una colaboración con el CNRS

Unos años más tarde, una colaboración con el laboratorio CNRS de Orleans permitió dar un nuevo paso adelante. Juntos, perfeccionaron el transmisor de infrarrojos, lo que dio lugar a una patente en Francia Europa, ahora de dominio público. Gérard Duneau subraya: “Sin la fuerte participación de Philippe Odier, Patrick Echegut, Michel Chabin y Domingo De Sousa Meneses del CNRS, la emisora ​​no existiría”. Poco después, la empresa encontró importantes dificultades para comercializar esta innovación entre un sector restringido de usuarios de energía infrarroja y sufrió las consecuencias de una mala elección estratégica decidida por los accionistas. Sin embargo, logró renacer en 2006.

La energía infrarroja se utiliza en numerosas aplicaciones industriales, como secar pintura, productos de cemento, termoformado de plásticos, tratamiento térmico de productos alimenticios (quemar crème brûlées, dorar platos preparados). Al ajustar la temperatura del emisor en función de la composición del producto, Itech ha mejorado la eficiencia de los tratamientos reduciendo al mismo tiempo los costes energéticos. El transmisor también lo utiliza un gran productor de metales que, mediante ondas infrarrojas, realiza el control de calidad de las chapas que fabrica.

Crear un transmisor es complejo. Además de un diseño delicado de implementar en el sentido de que la temperatura debe adaptarse al producto que reaccionará según su composición, cada etapa de fabricación debe realizarse con cuidado. De hecho, el más mínimo defecto, como por ejemplo una tensión incorrecta de algunos gramos del hilo que constituye el transmisor, provocará un mal funcionamiento durante la prueba del producto terminado. Las máquinas están ajustadas y adaptadas de forma muy tradicional, sorprendente para un principiante.

A sus 72 años, Gérard Duneau, en constante búsqueda de innovación, trabaja incansablemente para adaptar sus transmisores. “ Mi objetivo es tener una gama de productos adaptada a mis clientes. Al principio fueron ellos quienes se adaptaron. Ahora intento tener una gama estándar adaptada a la herramienta y al proceso de producción del cliente, especialmente en casos de uso extremos. »

Sitio internet : www.itechsystem.fr/

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