Vanilla, un chimpancé de 28 años, ha vivido toda su vida en cautiverio en un laboratorio. Ahora liberada en una isla santuario de chimpancés en Florida, vio el cielo abierto por primera vez ante las cámaras.
El chimpancé, un animal utilizado en el laboratorio
Los chimpancés se han utilizado durante mucho tiempo para investigaciones de laboratorio debido a su proximidad genética con los humanos. Estos primates de hecho comparten más del 98% de su herencia genética con los humanos. Su similitudes anatómicas, fisiológicas e inmunológicas También los convierten en modelos interesantes para estudiar enfermedades humanas y probar posibles tratamientos. Además, los chimpancés viven en grupos sociales complejos y tener comportamientos comparables a los nuestros. Esto los hace útiles para estudiar las interacciones sociales, la cognición, el aprendizaje, el lenguaje y otros aspectos del comportamiento humano.
Sin embargo, con el tiempo, el uso de chimpancés en la investigación ha estado sujeto a preocupaciones éticas relacionadas con el bienestar animal. Hoy en día, la presencia de estos animales en los laboratorios es muy reducida, habiendo muchos países implementado restricciones legales que limitan o prohíben esta práctica. También sucede cada vez con más frecuencia que algunos de estos animales, que han vivido toda su vida en cautiverio, finalmente son liberados para disfrutar de sus últimos años al aire libre. Este es particularmente el caso de Vanilla.
Un vídeo en movimiento
La chimpancé hembra había pasado la primera parte de su vida en un centro de investigación biomédica de Nueva York, donde ella y decenas de otros individuos estaban alojados en pequeñas jaulas colgantes. En 1995, todos fueron enviados a Wildlife Waystation, un centro de rescate de animales en California, donde sólo podían vivir en un recinto cubierto y de malla, aislado del mundo exterior. El establecimiento finalmente cerró sus puertas en 2019.
Desde entonces, la chimpancé hembra y 29 de sus compañeros viven en uno de los santuarios de la organización. Después de pasar un tiempo en cuarentena (como es el procedimiento estándar), los animales fueron introducidos gradualmente en uno de los grupos familiares más grandes de la instalación, según un comunicado. Todos estos individuos viven una isla de 1,2 hectáreas.
Este vídeo publicado por la ONG nos permite ver a Vanilla explorando este nuevo hábitat. Dudando al principio, vemos a la mujer sentada en el umbral hasta que Dwight, el macho alfa del grupo, la anima a unirse a él abrazándola. A lo largo del clip, mira al cielo varias veces. Ella Nunca lo había visto antes en 28 años..
La liberación de Vanilla en una isla santuario marca un hito conmovedor en la vida del chimpancé de 28 años. Después de haber pasado la mayor parte de su vida en cautiverio, utilizada para investigaciones de laboratorio, Vanilla finalmente tiene la oportunidad de descubrir el mundo exterior. El conmovedor vídeo de sus primeros momentos de libertad, donde mira al cielo por primera vez, simboliza un nuevo comienzo y una segunda oportunidad para esta hembra de chimpancé.
La reintegración de Vanilla y sus congéneres a un entorno natural resalta la importancia de los santuarios para la rehabilitación de primates del cautiverio. Al brindarles un espacio seguro e interacciones sociales esenciales, estos santuarios permiten a los chimpancés reconectarse con sus comportamientos instintivos y vivir en condiciones que respeten mejor su bienestar. Vanilla, como muchos otros, puede así experimentar por primera vez una vida libre de las limitaciones del cautiverio, un cambio que subraya el creciente compromiso con alternativas éticas y más respetuosas para estos sensibles animales.