La propia Microsoft competirá con su gran aliado OpenAI

La propia Microsoft competirá con su gran aliado OpenAI
La propia Microsoft competirá con su gran aliado OpenAI
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OpenAI tendrá que enfrentarse a un nuevo y extraño competidor: Microsoft, su aliado y socio exclusivo desde 2019. Según La información, el gigante de TI está desarrollando internamente un gran modelo de inteligencia artificial llamado MAI-1, que tiene como objetivo competir con el rendimiento de las mejores IA del mercado como Claude 3 de Anthropic, Gemini de Google y especialmente GPT-4 d ‘OpenAI. MAY-1 se lanzará a finales de mes, según el boletín Semianálisis.

Está surgiendo una situación curiosa entre la startup estrella de la IA y su principal financiador, Microsoft, que ha invertido más de 13 mil millones de dólares en la joven empresa y tiene el 49% de su capital además de un puesto en su consejo de administración. Y con razón: si OpenAI sigue dependiendo del gigante tecnológico, con el que ha firmado una exclusividad que le impide ofrecer sus modelos de IA a competidores como Google Cloud y Amazon Web Services, Microsoft se ofrece un principio de independencia. Se trata de un auténtico cambio de paradigma: hasta ahora, su estrategia de IA, basada en la puesta a disposición de los clientes de su nube Azure y el despliegue de asistentes Copilot en todo su software (como Word y Excel), dependía casi exclusivamente de las tecnologías OpenAI como base. motor.

Fin del monopolio OpenAI

Aunque Microsoft ahora está buscando una alternativa, la asociación con OpenAI hasta ahora le ha beneficiado enormemente. Le permitió asumir el papel de pionero en IA generativa y subirse a la ola ChatGPT, con una ganancia de más del 3% en la participación de mercado de la nube. Más del 65% de las empresas Fortune 500 (índice que reúne a las mayores empresas americanas) ya utilizan su servicio Azure OpenAI, y la valoración del grupo ha superado por primera vez la barrera de los 3 billones de dólares, lo que la convierte en la empresa mejor valorada del mundo. mundo.

Pero OpenAI, que empezó con una ventaja de varios meses sobre la competencia, hoy ha sido superada por Google, Anthropic (una startup competidora financiada por Amazon y Google) y, en menor medida, Mistral y Cohere. Peor aún, Meta y su modelo Llama 3, cuya versión más potente se lanzará este verano, podrían alterar el orden del ecosistema. El GPT-4 de OpenAI, lanzado en marzo de 2023, todavía ocupa la primera posición en muchas clasificaciones de rendimiento, pero su sucesor, el GPT-5, tarda en lanzarse. Resultado: la startup insignia de IA ya no disfruta de la posición de cuasi monopolio en la que Microsoft navegó durante casi un año. Por el momento, este último se niega a comentar sobre el desarrollo del MAI-1 y sus ambiciones para el modelo. De acuerdo a La informaciónsu uso se decidirá en función de su rendimiento.

Un competidor de OpenAI vampirizado por Microsoft

Para realizar este cambio estratégico, Microsoft creó una nueva división en marzo, llamada simplemente Microsoft AI. Para dotarse de investigadores de alto nivel, perfiles muy raros y caros en el mercado laboral, la empresa ha vampirizado ni más ni menos a Inflection AI, una startup que compite con OpenAI en la que había invertido mucho junto con Nvidia, Bill Gates (fundador de Microsoft ) y Eric Schmidt (ex-CEO de Google), entre otros. En concreto, robó a dos de sus cofundadores, Mustafa Suleyman y Karén Simonyan, así como a gran parte de los equipos. En cuanto al tercer y último cofundador que permaneció en el cascarón casi vacío, Reid Hoffman, es miembro de la junta directiva de Microsoft… Sin embargo, MAI-1 no utiliza el modelo Pi, equivalente a ChatGPT. desarrollado por la startup, se supone que dejará más espacio para la inteligencia emocional. De hecho, se trata de partir de una nueva estructura. Satya Nadella ha conseguido así con Inflection la hazaña que había intentado con Sam Altman y los equipos de OpenAI, durante el extraño culebrón al frente de la empresa en noviembre.

Para hacer tragar la píldora a los inversores de Inflection, que habían inyectado más de 1.600 millones de dólares para una valoración de 4.000 millones de dólares, Microsoft emitió un cheque por valor de 650 millones de dólares, según informa también La información. La mayor parte de este sobre le concede una licencia no exclusiva para explotar las tecnologías de Inflection – en las que en realidad no tiene ningún interés real -, sirviendo el resto (30 millones de dólares) para garantizar que Inflection no le demande por solicitar a sus empleados. En pocas palabras: todos los inversores deberían quedarse con al menos 1,1 veces su participación, lo cual es una pequeña ganancia. Una operación bastante positiva, ya que la startup estaba quemando mucho dinero sin generar ingresos significativos y, sobre todo, sin competir realmente con OpenAI y Anthropic. Pero la joven empresa no ha desaparecido: ahora se dedica a apoyar proyectos de IA para empresas.

Mustafa Suleyman, Sam Altman y Satya Nadella, trío de IA para Microsoft

Con Mustafa Suleyman a la cabeza de Microsoft AI, Satya Nadella ha conseguido una figura fuerte, aunque controvertida, en inteligencia artificial. Cofundador de DeepMind (competidor británico de OpenAI, comprado por Google en 2014), dirigió los equipos hasta 2019, antes de ser despedido en medio de acusaciones de acoso a sus empleados. Pero este episodio no ha empañado por completo su imagen, como lo demuestra el gran éxito de la recaudación de fondos para su startup Inflection.

Sin embargo, su llegada no significa dejar de lado a OpenAI y a Sam Altman, a quien Satya Nadella es muy cercano. La joven empresa sigue siendo la más eficiente del sector por el momento, y GPT-5 podría volver a dar una importante ventaja comparativa a Microsoft, si cumple sus promesas. Pero la situación ha cambiado: el gigante tecnológico ya no depende totalmente de su aliado.

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