A menudo hablamos de zapatillas que te ayudan a correr más rápido. Aquí tenemos una especie de arnés para las piernas, que en teoría puede duplicar nuestra velocidad de carrera. Asistencia comparable a la de las bicicletas eléctricas.
Publicado el 29/04/2024 12:05
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Aumentar tu rendimiento cansándote menos pronto será posible gracias a una especie de arnés motorizado que pesa menos de 2 kg. Fijados a la cintura, sujetando los muslos, sus motores ayudarán a las piernas a moverse durante la zancada. Al reducir a la mitad el esfuerzo, te permiten aumentar tu velocidad cuando tienes que caminar, correr o subir escaleras. Este es el principio de los exoesqueletos.
Hasta ahora se utilizaban más bien para reducir el cansancio en el trabajo o para ayudar a caminar a los parapléjicos. Ahora, fabricantes Como Dnsys y Hypershell también los ofrecen para el ocio. Estamos viendo, por tanto, modelos pensados para el senderismo o el trail running. Esto permitirá a aquellos que se cansan rápidamente seguir el ritmo de sus amigos, que corren con regularidad.
Por el precio, esta versión es mucho más accesible. Cuando hablábamos de exoesqueletos motorizados los precios se disparaban hasta los 10.000, 20.000, 100.000 euros. Pero en los modelos de ocio rondamos los 400, 500, 900 euros para el tope de gama. Algunas ofrecen una opción de “impulso” que permite correr durante varios minutos a 27 km/h, que es más rápido que una bicicleta eléctrica limitada a 25 km/h. Así, para ir a trabajar por la mañana, en lugar de coger la bicicleta, sólo tendrías que ponerte el exoesqueleto y llegarías casi con la misma rapidez. La autonomía de estos dispositivos ronda los treinta kilómetros andando, y unos quince minutos en modo “boost”.
Todo esto sigue siendo teórico. Estos dispositivos sólo estarán disponibles en cinco o seis meses. Por lo tanto, deben cumplir sus promesas, tanto en términos de rendimiento como de comodidad. Pero podría ser que algún día tengamos toda una gama de exoesqueletos disponibles, tanto para el deporte como para el ocio y el trabajo. Incluso acabaremos, quizás, alquilándolos en tiendas de bricolaje, cuando nos mudemos, por ejemplo. Como hoy alquilamos una furgoneta o una lijadora.
