Sin ofender a los cazadores de ovnis, el objeto caído del cielo que atravesó la casa de un residente de la ciudad de Nápoles, en Florida, el 8 de marzo de 2024, llegó efectivamente desde la Estación Espacial Internacional (ISS). Tras realizar análisis en abril, la NASA confirmó que el objeto procede de un envío de baterías viejas, residuos liberados por la ISS en 2021 aunque previstos para volver a entrar en la atmósfera. ” sin peligro “.
Por ello, la agencia federal estadounidense está investigando, desde su Centro Espacial Kennedy, por qué estos restos metálicos, que pesan aproximadamente 700 gramos, no fueron completamente destruidos en la atmósfera.
Otros incidentes del mismo tipo
Aunque el fenómeno sigue siendo raro, no es la primera vez que los desechos espaciales causan daños en la Tierra. En principio, los fragmentos que entran a la atmósfera se vaporizan por el calor generado por la fricción con el aire. Algunos ejemplos: en enero de 1997, en un parque de Tulsa, Oklahoma, una mujer fue alcanzada, por ejemplo, en el hombro por un trozo de metal de 15 cm de un cohete Delta II, pero afortunadamente no resultó herida. Más recientemente, en 2022, las autoridades australianas también confirmaron que los desechos espaciales carbonizados que cayeron en un recinto para ovejas procedían de un dispositivo SpaceX. Reingresos incontrolados a la atmósfera que hacen que la NASA diga que no descarta tener que cambiar sus prácticas. Sin embargo, nadie ha resultado herido o muerto a causa de los desechos espaciales.
